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La sobre protección


Qué es la sobre protección
En realidad, sobreproteger a un hijo es lo contrario de respetarlo. Es suponer que el niño por sí mismo no es capaz de casi nada, que todo tenemos que hacerlo nosotros. Cuando son bebés, no les dejamos comer solos porque se mancharán; cuando tienen diez años, no les dejamos ir solos a la tienda de al lado porque no harán bien la compra, no les dejamos hacer su mochila porque olvidarán los cuadernos. Lo malo es que ellos responderán a nuestras expectativas y supondrán que no saben hacer nada por sí mismos.
sobreprotección
Sobreproteger no es lo mismo que mimar. Para mí mimar es dar cariño y toneladas de demostraciones de amor y eso nunca es malo. Nadie sufre por recibir mucho amor, no existe el exceso de amor. Cuando uno protege en exceso a sus hijos sí que los está malcriando.
Algunos psicólogos nos indican que la sobreprotección puede significar un reflejo de nuestros sueños frustrados, pretendemos que nuestros hijos hagan lo que nosotros no pudimos, olvidando el detalle que preguntar si ellos quieren seguir ese camino. También nos dicen que semejante despliegue de medios para controlar a los hijos podría esconder un rechazo hacia ellos: el sentimiento de culpabilidad llevaría a la sobreprotección.
Sólo tenemos que mirarlos y escucharlos con el corazón abierto para saber qué necesitan. Son personas perfectamente preparadas para la vida que llevan, confiemos en ellos. Nos lo agradecerán más que tanta protección.
CARACTERÍSTICAS DE NINOS SOBRE PROTEGIDOS
Los padres sobreprotectores  niegan a sus hijos la oportunidad de explorar el mundo por si solos. Están todo el tiempo cuidándolos o corrigiendo su comportamiento para así evitarles un tropiezo. Esta excesiva preocupación tiene consecuencias sobre la personalidad del pequeño.
- Niños nerviosos, tímidos e inseguros. Tienen problemas para relacionarse en la escuela o en grupos sociales en general.
- Muestran una dependencia extrema hacia sus padres, es más común hacia la mamá.
- Sienten temor frente a lo desconocido y desconfianza ante cualquier actividad que deban emprender.
- Poca tolerancia a la frustración. Quieren ganar a toda costa y cuando eso no sucede se enojan y explotan.
- Les cuesta tomar la iniciativa, permanecen quietos ante las dificultades y no asumen sus responsabilidades.
- Buscan la ayuda o protección de terceros. Además de sus padres, compañeritos de clase, familiares, hermanos mayores.
Los niños sobreprotegidos sufren mucho cuando llega el momento de separarse de sus padres para ingresar a la guardería o el pre escolar. En ocasiones la mamá necesita acompañarlo durante los primeros días para hacer menos traumático el cambio.