261 El paro suicida.
Lo
que quiero contar aquí es un caso real, que ha sucedido en estos días. Ciudad:
Toronto. Canadá.
La
protagonista una joven arquitecta madrileña de 30 años, que se desplaza allí
buscando el tan ansiado trabajo. Después de algún tiempo de búsqueda en
diversos lugares lo encuentra, pero en poco tiempo se va dando cuenta del
despotismo y del continuo mal trato de sus jefes. ¿Y como dejar el trabajo en
estas circunstancias de paro?
Ella,
allí sola, sin nadie a quién acudir. El marido de la chica trabaja en Madrid.
Ella le pide al marido que se vaya a Toronto a acompañarla. El marido después
de pensarlo seriamente decide dejar el trabajo temporalmente e ir a Toronto
para poder estar con ella. Comienza los trámites, pues todo requiere un tiempo.
Pero
ella no puede más, el trabajo le ahoga. Él marido está al llegar de Madrid.
Pero ella está sometida a la adversidad de un mundo cruel. La ansiedad le puede,
no la deja vivir y decide suicidarse. Y así lo hace. A sus 30 años se suicida.
Deja este mundo, cortando de lleno la raíz de su joven existencia.
¿Y
España? La España de los independentismo desmedidos e intolerantes, la España
de los corruptos, la España de los anti demócratas, la España que abandera los
humillantes símbolos del totalitarismo y de la indiferencia, la España de la
mentira ¿Qué hace ante estos casos de suicidios, desahucios, paro, ruinas y
desolación?
España,
la España política mira para otro lado; y todo sigue igual; y seguimos pidiendo
justicia para los muertos de hace 70 años mientras que abandonamos a nuestros
jóvenes de hoy, millones de ellos, a la deriva de un futuro sin esperanza.
¿Y
ella? Ella ya no vera, ni tan siquiera de lejos, la fiesta de ese Madrid
castizo que le vio nacer. No verá el tipismo de su tierra en este mes de mayo.
Ni vera el sol de cada día, ni la luna al anochecer, ni las flores en esa
maravilla madrileña del parque del retiro, ni verá la belleza de aquí y de
allá.
Eso
sí, si Dios se lo permite, desde el cielo lo contemplara todo desde la óptica
del amor. Un amor que, en plena juventud, en esta tierra se le ha arrebatado.
Pido
a Dios que nuestra joven madrileña, después del sufrimiento que no ha sabido o
no ha podido sobrellevar, descanse en paz.
Publicada
en “Cartas al Director, Tu voz en la red” Digital 17 mayo de 2015
Publicada
en DIARIO DE AVILA Digital 19 mayo de 2015