494 Genoveva y su encuentro con el Padre
Santa
Genoveva, patrona de París y de Francia. Se dice que ella, mediante sus
oraciones en el año 451, salvo Paris de la invasión de los hunos. A Genoveva, algunos autores le atribuyen
origen Gales y significa "Aquella que es blanca como la espuma del mar"
y otros le atribuyen origen Celta y su significado es "Aquella que es de
origen noble o de buena casta". Pero la mujer de la cual yo ahora
quiero escribir, que ciertamente se llama Genoveva, era una mujer sencilla, “de buena casta” como
indica el origen Celta de su nombre y “blanca como la espuma del mar” como
también indica, en este caso, el origen Gales de su nombre. Mi amiga Genoveva
ha estado enferma durante muchos años y por diversas circunstancias ha sufrido
mucho. Pero aun en la adversidad ha sabido mantener en alto la antorcha de la
dignidad y la antorcha de la fe en Cristo. Ella, según creo, no pudo ir a Paris,
ese Paris en donde vivió Santa Genoveva. No puedo ir a ese Paris mágico, que
según muchos, es la ciudad del amor: del
amor en plenitud, del bello y puro amor.
Genoveva, nuestra Genoveva, que pasó la mayoría de sus días entre Linares, la Carolina
y Bailen vivió sin ir a París pero envuelta en el amor: un amor intenso con el
que superaba todas las dificultades y un amor apasionado con el que quería especialmente:
a su esposo, a su hija, a su madre, a su hermana, a
su yerno y a su nieto. Yo el último día que la vi estaba en el hospital,
tuvimos una charla agradable, y nunca
pude pensar en el cercano y triste final; pero la muerte cuando llama no espera.
Pues ese último día al despedirme cogí su mano, ella se resistía a abrirla y al
abrirla me enseño que apretaba con
fuerza el crucifijo. Con fuerza, la fuerza que le venía de Cristo, estaba
cogida: a la cruz de cada día, a la cruz del sufrimiento; y esa fuerza y esa
cruz han sido el salvoconducto, el salvoconducto para llegar al Cielo. Cuando a
uno le llega ese momento, no le valen: los tesoros de esta tierra, ni la
ciencia, ni el arte; sólo vale el amor, sólo vale la unión con Dios. Y a través de la cruz y a
través del amor Genoveva hoy está en el Cielo, pues la cruz de Cristo y la
fuerza del amor nunca fallan. Ellos nunca fallan, y lo demás sobra.
Publicada
en Diario JAÉN 8 de marzo 2017