370 Pablo
VI, Beato
El
día 19 de octubre tuvo lugar la beatificación de Pablo VI a cargo del Papa
Francisco en la plaza de San Pedro del Vaticano. Y es un motivo grande de
alegría, dado lo que sufrió este Papa del siglo XX.
Aunque
nunca faltan dificultades en la vida de la Iglesia, el período que Pablo VI estuvo
al frente de la Iglesia fue especialmente convulsivo. El Papa ahora Beato dijo:
“que el humo de Satanás había entrado por las grietas de la Iglesia”. Era una
afirmación impactante que nos puede hacer pensar en el sufrimiento tan intenso
por el que tuvo que pasar para hacer esas afirmaciones tan tremendas y además
en aquel entonces, por desgracia, tan ajustadas a la realidad eclesial.
Y
nos podemos preguntar: ¿cuál sería la causa? San Josemaría llegó a decir que
había que rezar por el siguiente Papa porque sería mártir. Con aquella
afirmación quería expresar que estaba todo patas arriba. San Josemaría nos pedía
oraciones por Pablo VI y por el Papa que tenía que venir; y nos pedía oraciones
dada la crítica situación que se vivía en aquellos momentos.
Se
editaban catecismos dudosos; muchos sacerdotes abandonaron su misión; a veces no
se respetaba a Jesús sacramentado, ni tan siquiera por parte de los mismos
sacerdotes. Se abandonó la confesión y se arrinconaron los confesionarios.
Algunos sacerdotes y muchos cristianos politizaron su misión queriendo adaptar
el cristianismo al marxismo. Los laicos estaban desconcertados ante tanta
doctrina dudosa. Se tergiversaron las conclusiones del Concilio Vaticano II y
se decían cosas que no correspondían a la realidad.
Por
otro lado Pablo VI tuvo que llevar a cabo la continuación de un Concilio que se
quedó a medias a la muerte de Juan XXIII, que fue el papa que lo convocó.
Pienso que Pablo VI tuvo que hacer un esfuerzo especial para continuar un
proyecto de esa envergadura que no había empezado personalmente, ni tan
siquiera había organizado.
El
hoy también nuevo Beato Álvaro del Portillo participó activamente en aquel Concilio
y Álvaro junto a los muchos peritos del Concilio posibilitó concretamente la
apertura de los laicos a la misión evangelizadora de la Iglesia. Una de las
ideas esenciales de ese Concilio fue que los laicos tienen que santificarse: A
través de su trabajo diario, a través de la familia y a través de su vida
ordinaria.
En
otro orden de cosas hay una frase de Pablo VI, referente a aquella época, que
me impacto, ella decía: “El peor de los pecados actuales es que se ha perdido
el concepto de pecado”. Y esta herencia, como muy bien sé ve, sigue hoy; ya no
se distinguen los pecados, ya parece que todo está bien y así vamos dando
trompicones: en la vida social, en la vida familiar, en la vida política, en la
economía; sin saber con certeza en estos campos por donde tenemos que ir. Vamos
por el cómodo camino de nuestro propio antojo; sin una seria vida de
sacramentos, sin vida de piedad intensa, sin autenticidad cristiana y sin un
fin para nuestra vida.
Y
ante todo y para terminar, en estos días próximos a la beatificación, pidamos
al nuevo Beato papa Pablo VI que ruegue por nosotros y nos haga cristianos
comprometidos, doctos y ejemplares; y que siempre estemos dispuestos a
alejarnos de las novedades insustanciales que hacen que se tambalee la siempre
clara doctrina del Evangelio y del Magisterio de la Iglesia.
Publicada en “Cartas al Director,
Tu voz en la red” Digital 23
de octubre de 2014
Publicada en DIARIO DE AVILA Digital 23 de
octubre de 2014
Publicado en Forumlibertas.com 26 de octubre de 2014
Publicada en Diario JAÉN
27de octubre de 2014