Honra a este diario de
nuestra tierra el retablo navideño que ha promocionado y que gustosamente hemos
coleccionado muchos jiennenses. Y digo que le honra, porque -con ello- se
comprueba como en tantas ocasiones el Diario Jaén conecta con el pueblo y con
sus gentes; se une: a sus gustos, a sus pretensiones culturales, a sus
preferencias artísticas, a sus tradiciones y a sus inquietudes espirituales y
religiosas.
Este retablo navideño
es una joya artística, elaborado con esmerado gusto. En el se ha el hecho una
descripción acertada de los singulares pasajes del nacimiento del Señor Jesús.
Es este un retablo que
levanta nuestro corazón y lo predispone: para la oración; para la
contemplación; para decirle a ese niño Jesús: que le queremos, que estamos
dispuestos a estar a su lado y hacer el bien y gozar con Él. También podemos
contemplar su belleza artística; el retablo nos muestra la belleza de un arte,
que -como en tantas ocasiones- puede llevarnos a Dios.
Para mí este retablo es
una oración. Una oración que este diario de nuestra tierra hace a ese Niño
entrañable llamado Jesús. Para el Diario Jaén: gracias y feliz año 2000. Que él -el 2000- venga lleno de éxitos y de
prestigio para todos vosotros los que formáis parte de este diario. Diario que da un “colorido” cultural,
especialmente atractivo, para nuestra
tierra y para nuestras gentes
Publicado en Diario
JAÉN 3 - 1 - 2000