561 La resurrección milagrosa de Maniyangat.

561   La resurrección milagrosa de Maniyangat.

Fr. Joseph Maniyangat nació el 16 de julio de 1949 en Kerala, India. 
En 1978, se convirtió en un carismático. El Padre José, era el Director Espiritual Diocesano de la Legión de María.
Actualmente es el pastor de la Iglesia Católica Santa Catalina de Siena en Orange Park, Florida, donde dirige una Ministerio de sanación espiritual, mental y física.
Cuenta el padre José:
El domingo 14 de abril de 1985, en la Fiesta de la Divina Misericordia, iba a celebrar Misa en una iglesia de la misión en la parte norte de Kerala, y tuve un accidente fatal.
Yo iba en una motocicleta cuando fui impactado de frente por un jeep conducido por un hombre que venia borracho después de un festival hindú.
Me llevaron a un hospital a unos 35 kilómetros de distancia. 
En el camino, mi alma salió de mi cuerpo y experimenté la muerte.
Inmediatamente, encontré a mi Ángel de la Guarda. 
Vi mi cuerpo y las personas que me estaban llevando al hospital. 
Les oí llorando y orando por mí
En este momento el ángel me dijo:
·        “Voy a llevarte al cielo, el Señor quiere verte y hablar contigo”. 
Dijo también:
·        “En el camino, quiero mostrarte el infierno y el purgatorio”.
En primer lugar, el ángel me escoltó al infierno
·        ¡Era un espectáculo horrible!
Yo veía a satanás y los demonios, un fuego que nunca se apagará de alrededor de 2.000 grados Fahrenheit, gusanos arrastrándose, la gente gritando y peleando, otros torturados por los demonios.
El ángel me dijo que todos estos sufrimientos se debían a pecados mortales no arrepentidos. 
Las almas se veían muy feas, crueles y horribles.
Fue una experiencia terrible. 
Vi a gente que conocía, pero no estoy autorizado a revelar sus identidades.
Los pecados que los condenaban eran principalmente:
o   “El aborto, la homosexualidad, la eutanasia, el odio, el rencor y el sacrilegio”. 
El ángel me dijo que si se hubieran arrepentido, habrían evitado el infierno, y hubieran ido al purgatorio.
También entendí que algunas personas que se arrepienten de estos pecados, pueden ser purificados en la tierra a través de sus sufrimientos. De esta manera pueden evitar el purgatorio e ir directamente al cielo.
Me sorprendí cuando vi en el infierno hasta los sacerdotes y obispos, algunos de los cuales nunca me esperaba ver. Muchos de ellos estaban allí por haber guiado con enseñanzas erróneas, y mal ejemplo. 
Después de la visita al infierno, mi ángel de la guarda me acompañó hasta el purgatorio:
·        También en este caso hay fuego que nunca se apagará. Pero es mucho menos intenso que en el infierno y no hay peleas ni conflictos.
El principal sufrimiento de estas almas es su separación de Dios. Algunos de los que están en el Purgatorio cometieron pecados mortales, pero se reconciliaron con Dios antes de su muerte.
A pesar de que estas almas sufren, gozan de paz y el conocimiento de que algún día verán a Dios cara a cara.
Después, mi ángel me escoltó hasta el cielo:
·        Tuve que pasar a través de un gran túnel, deslumbrantemente blanco
Nunca experimenté tanta paz y alegría en mi vida.
Inmediatamente después, el cielo se abrió, y percibí la música más deliciosa, que nunca había oído antes. 
Los ángeles estaban cantando y alabando a Dios.
Vi a todos los santos, especialmente a la Santísima Madre y San José, y muchos santos piadosos obispos y sacerdotes que brillaban como estrellas.
Las palabras no pueden expresar la belleza del cielo
Allí nos encontramos con mucha paz y felicidad, que excede millones de veces nuestra imaginación.
Nuestro Señor es mucho más hermoso que cualquier imagen puede transmitir. Su cara es radiante y luminosa, más bella que mil soles en ascenso. Las imágenes que vemos en el mundo son sólo una sombra de su magnificencia.
La Santísima Madre estaba junto a Jesús, Ella era muy hermosa y radiante.
El cielo es nuestro verdadero hogar, todos hemos sido creados para alcanzar el cielo y gozar de Dios para siempre.
Y cuando aparecí ante el Señor, Jesús me dijo:
·        “Quiero que vuelvas al mundo. En tu segunda vida serás un instrumento de paz y sanación para mi pueblo”. 
Entonces, volví al mundo con mi ángel:
·        Es difícil para mí describir lo hermoso que es mi ángel de la guarda. Él es radiante y luminoso. Él es mi compañero constante y me ayuda en todos mis ministerios, especialmente mi ministerio de sanación. Experimento su presencia donde quiera que vaya y estoy agradecido por su protección en mi vida diaria.
Mientras mi cuerpo estaba en el hospital, el médico completó todos los exámenes necesarios, y fui declarado muerto. 
 A medida que fueron moviendo mi cuerpo muerto al depósito de cadáveres, mi alma volvió al cuerpo. Sentí un dolor insoportable a causa de tantas heridas y huesos rotos. Empecé a gritar, y entonces la gente se asustó y salió corriendo gritando. 
Uno de ellos se acercó al médico y le dijo:
·        “El cuerpo muerto está gritando“. 
El médico vino a examinar el cuerpo y descubrió que estaba vivo. 
Así que le dijo:
·        El padre está vivo, es un milagro. Llévalo de vuelta al hospital”. 
Después de dos meses, me dieron de alta del hospital, pero mi médico traumatólogo dijo que nunca volvería a caminar. 
Entonces le dije:
·        “El Señor, que me devolvió la vida y me envió de vuelta al mundo, me curará”.
Una vez en casa, todos rezamos por un milagro. 
Pero un día,  después de un rato, el dolor desapareció por completo y oí una voz que decía:
·        “Estás curado. Levántate y anda”.
Sentí la paz y el poder sanador en mi cuerpo. 
De inmediato me levanté y caminé. 
Alabé y agradecí a Dios por el milagro.
Fui a mi médico con la noticia de mi curación, y él se quedó asombrado. Él dijo:
·        “Tu Dios es el Dios verdadero. Tengo que seguir a tu Dios”.
El médico era hindú, y me pidió que le enseñara todo sobre nuestra Iglesia. 
Después de estudiar la fe, lo bauticé y se hizo Católico.
Tras el mensaje de mi ángel de la guarda, yo vine a los Estados Unidos el 10 de noviembre de 1986 como un sacerdote misionero…

Publicada en Diario de Burgos     1 de noviembre de 2016

Publicada en DIARIO DE ÁVILA Digital   2 de noviembre de 2016

Publicada en “Cartas al Director, Tu voz en la red” Digital 
8 de noviembre de 2016