87 Heridos en el cuerpo y en el alma

87   Heridos en el cuerpo y en el alma

Hay muchas situaciones: en las que el alma siente el zarpazo del dolor, en las que el clamor del lamento se acentúa y todo se viste de tonalidades grisáceas. Situaciones en las que unos clavos afilados atraviesan el corazón y todo es desolación y desaliento. Hay muchas personas que sufren en el mundo.
Muchos millones de personas mueren de hambre y lo hacen en soledad, viviendo unas experiencias tremendas e insólitas; si pensáramos con frecuencia en el lamento cruel de ese mundo que vive sin absolutamente nada y muere sin absolutamente nada, de ese mundo, de millones y millones de personas, que viven en la indigencia debido a la opulencia de unos pocos y a la indiferencia de otros muchos, muchos, muchos … Y ese es el gravísimo problema de nuestro mundo: “La indiferencia".
El que puede dar algo cree que lo suyo es innecesario o es poco o no quiere darlo y así actuamos millones y millones de personas y no sabemos, no queremos saber que muchos pocos hacen mucho; y todos unos por una causa y otros por otra anclados en nuestro pequeño y egoísta mundo. Yo confieso mi pecado de omisión, de no hacer, de no dar, de no rezar lo suficiente.
Otro tema gravísimo de nuestro tiempo es el de las guerras y sus posteriores calamidades.
Actualmente este es el caso de Siria por ejemplo; allí miles y miles de personas sufren en campos de refugiados, sin condiciones de higiene, de salud, de alimentación, sólo superviven, muchos de ellos esperando la muerte, otros esperando la muerte de sus familiares y otros viendo la atrocidad de un mal insoportable.
Es terrible ver lo poco que hacemos por los demás; lo poco que hacemos para afrontar la batalla pacífica a favor de la dignidad del ser humano.
Basta ya de tantas situaciones acomodadas; basta ya: de tanta mediocridad, de tanto lamentó inútil, de tanta cobardía … Basta ya de tanto conformismo, de tanto pensar que no podemos hacer nada, ¡por qué:  si podemos!.
Sabemos que sí podemos; sabemos que el mundo nos necesita, necesita: nuestra pequeña o gran limosna, necesita de nuestra oración, necesita de nuestro testimonio, necesita de nuestra valentía, necesita de nuestro tiempo; tiempo que en tantas ocasiones despilfarramos, habiendo tantas situaciones en las que podemos colaborar: ONGS, centros asistenciales, proyectos benéficos, etc.
Por lo tanto y para terminar: ¡Adelante! Adelante sabiendo que nuestra pequeña aportación es muy importante y mañana quizás ya sea demasiado tarde.

Publicada en DIARIO DE AVILA Digital 6 de mayo de 2014

Publicada en “Cartas al Director, Tu voz en la red” Digital 6 de mayo de 2014

Publicada en Diario Atlántico. Vigo. Digital  6 de mayo de 2014

Publicada en Diario SUR.ES Digital  6 de mayo de 2014

Publicado en Forumlibertas.com   6 de mayo de 2014

Publicado en La Nueva EspañaPrensa Asturiana. Digital. 6 de mayo de 2014


Publicada en Diario LA REGIÓN de Ourense Digital  20 de mayo de 2014