483 ¡Cuando la muerte llama!
En este tiempo, del noviembre
otoñal, es oportuno reflexionar sobre la muerte.
La enfermedad, el sufrimiento
y la muerte frecuentemente aparecen en nuestras vidas; en unas ocasiones muy
directamente y en otras en el cercano, o quizás no tan cercano, horizonte de
nuestra pobre y débil existencia.
En cualquier caso siempre
aparece de tal manera que nuestra alma, que nuestra razón y que nuestros
sentimientos se tambalean.
Siempre queremos huir de
estas tristes realidades que distorsionan nuestro equilibrio interior y
exterior.
Cuando el dolor y la muerte
llaman a nuestra puerta, previamente -en la mayoría de los casos- no avisa y
tampoco humanamente es bien recibida.
Con estas consideraciones
previas quisiera que cayéramos en la cuenta de que esta vida es un camino, no
un destino en sí mismo.
Es un camino hacia la
eternidad; hacia la infinitud; hacia un más allá, que si no estamos preparados,
puede llegar a ser aterrador.
Dios ha dispuesto este camino
como preparación para nuestro definitivo destino en el Cielo.
Y para este camino, Dios a
través de Jesucristo, ha revelado unas pautas de comportamiento, un manual de
conducta, unos mandamientos y unas normas; y nosotros, con plena libertad,
podemos decir sí, o no, a estos mandatos; podemos aceptar las indicaciones de
nuestro maestro y Señor Jesucristo, o podemos vivir alegremente sin pensar en
lo que sucederá al final de nuestros días.
Cada uno de nosotros puede
elegir:
·
Vivir sin
preparar las maletas del eterno viaje.
·
Vivir preparando
ese paso trascendental para llegar a la muerte: con los deberes hechos, con el
corazón entusiasmado, con las manos llenas, con la seguridad de que nos espera
el eterno abrazo del definitivo Amor.
Ante esta tesitura el azar no
existe:
·
O Dios.
·
O el posible
paso, quizá en falso, hacia una eternidad incierta.
Decídete y reflexiona.
Piensa. Medita. Calcula.
Pero no dejes el futuro en
manos de un inquietante: “Ya llegará”.
No sólo está en juego tu
futuro; está en juego tu futuro eterno; y está en juego el conocer y el aceptar
a Dios.
Publicada en Diario JAÉN 7 de noviembre
de 2016
Publicada en DIARIO DE ÁVILA
Digital 7 de noviembre de 2016
Publicada en “Cartas al
Director, Tu voz en la red” Digital
8 de
noviembre de 2016