171             El tesoro de tu juventud


Acabas de cumplir dieciocho años, vives la vida en plenitud, tienes toda a tu favor para ser feliz, pero no lo desaproveches, no tires por la borda el gran tesoro recibido. Los quince, los diecisiete, los dieciocho, los veinte años no vuelven; ya, a partir de ahora, el ser humano se tiene que enfrentar con otras preocupaciones. Por eso da pena ver esa multitud de jóvenes que desaprovechan ese tiempo que tienen en sus manos, lo malgastan llevando una vida poco sana, una vida poco equilibrada.
Hoy los jóvenes disfrutan de una situación envidiable, ellos tienen muchos medios a su alcance para su progreso personal, pero esto tiene un  peligro: el abuso de esos medios, el desprecio de las posibilidades que se le ofrecen.
En materia de estudio los jóvenes gozan de una situación privilegiada, nunca como ahora han tenido tantas posibilidades. Qué pena que, tantos y tantos, pierdan miserablemente el tiempo dejando el futuro en manos de un azar incierto. Otro peligro de la juventud de esta época son las diversiones, las salidas nocturnas son excesivamente largas, y en muchos casos con abundancia de tabaco, alcohol y drogas; es penosa esa situación que lleva a muchos jóvenes a la creación de hábitos perjudiciales y destructivos. Indiscutiblemente  todos los jóvenes no comparten estas experiencias, pero son muchos los que hacen de la noche un disfrute personal sin límites. Las calles en muchos casos quedan como auténticas cuadras, los vecinos tienen que sufrir toda la noche el jolgorio de la "movida", los familiares sufren también esperando toda la noche a sus hijos, sabiéndolo el peligro de todo tipo a que están sometidos.
Hacia el  nuevo encuentro con los auténticos valores
Después de esta descripción, opino, que el joven de hoy: con muchos valores, en muchos casos, está falto de ideales nobles, de proyectos ambiciosos, de creencias firmes, y esto le hace vivir un poco alocadamente, sin principios estables que den sustento a su vida.
Yo cada día de trabajo con jóvenes y descubro en muchos una gran valía personal, grandes dotes y una gran preparación; pero no dejo de  detectar, también,  esa falta de ideales que daría otro dinamismo más positiva a  sus vidas.
Este artículo sobre el tesoro de la juventud: ¡Con su cara y con su cruz! Lo quiero dedicar a Antonio Gutiérrez Caño en su 18 aniversario, para que haga de su juventud un tesoro sobreabundante, una explosión de vida, un sinfín de situaciones placenteras; también lo dedico a todo los jóvenes de España, para que se preparen para el futuro; un futuro que les espera lleno de ilusiones, de proyectos ambiciosos y de grandes esperanzas.


Publicado en Diario JAEN     25 -  9 – 2000

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