El placer de escribir

  • El Beato José María Escrivá de Balaguer, hoy es San Josemaría 
  • Lolo es hoy Beato Manuel Lozano Garrido



133  Las raíces de un escritor


     
Después de varios años de trabajo intenso, de varios años en los que la escritura: el dulce placer de plasmar por escrito lo que se siente, lo que se piensa, lo que se hace, lo que se ama; ocupa un lugar importantísimo en mi ser. Ya, puedo decir, sin el temor de ser considerado un ingenuo, que escribir es para mí algo más que un fugaz y repentino entretenimiento. ¡Ya!, escribir es para mí como una forma especialmente bella de existir, como un modo genuino y peculiar de ser, como una pasión que necesita expandirse, extenderse, comunicarse. No es algo efímero, insustancial; es algo tan profundo como hermoso, tan valioso como real, tan extraordinario como cotidiano, tan necesario como placentero...

Y en ese camino recorrido: publicados, un centenar -largo- de artículos de prensa, en forma -la mayoría- epistolar. En ellos el alma deja descubrir a los demás: algo de su vibración interior; algún sucedido de este mundo nuestro, tan llenos: de contrastes, de hechos cotidianos, de  vida, de...
También, ese puzles que configura mi "creativa" obra escrita lo componen varios cientos de cartas personales, escritas con el corazón y de las que soy consciente: de que han calado en el sentir, y en el ser de aquellos a los que iban dirigidas. De ellas, sobre todo,  me siento muy, muy orgulloso.
Pues bien, en ese panorama personal como escritor, hay varias personas que han impulsado  mi acción; que han sido, en gran parte, causantes de  que en mí prendiera la llama  de este vehemente deseo literario, que hoy invade mi ser.
El primero: El Beato José María Escrivá de Balaguer, insigne personaje de en nuestra teoría actual; admirable sacerdote, que ha llenado el mundo del perfume embriagador de  su  cautivadora doctrina: la doctrina de un Jesús: vivo, real, cercano, divino...
Este gran hombre escribía: "A pesar de sentirme vacío de virtud y de ciencia (la humildad  es la verdad..., sin  garabato), querría escribir unos libros de fuego que corrieran por el mundo como llama viva, prendiendo su luz y su calor en los hombres, convirtiendo los pobres corazones en brasas, para ofrecerlos a Jesús como rubíes de su corona de Rey." [1]
En segundo lugar, otro personaje en el que pude encontrar un apoyo moral para seguir, con ilusión, por este camino literario fue y es Lolo: un Linarense, escritor y periodista; un cristiano; un hombre de bien; un ejemplo de abnegación, trabajo y sacrificio. Él, escribía esta frase, que resume el porqué de su vibrante labor literaria: "Ahora, de pronto, al fin  caigo  y digo aprisa la razón de este impulso que cada mañana me lleva a escribir y que no es más que  la necesidad de ir ensanchando la semilla de eternidad que Dios puso en mi secreto de  hombre." [2]
Por otro lado, entre esas personas están: mi padre, al que tan gratamente procuro devolverle el valioso tesoro de ciencia, de ejemplo, de virtud que de él he recibido. También mi querida: Julia que se esmera en retocar una y otra vez la obra escrita para darle – siempre- el " brillo " adecuado. Y están mis amigos; un ejemplo de ellos, es José Luis, que supo decirme en el momento adecuado:
¡ tu, sí quieres, puedes! Y Juan Miguel, que desde su cátedra: tan llena de cultura, como de valía personal, me lee habitualmente; dándome ese incondicional ánimo, que todo ser humano necesita.
Y para finalizar, entre esos personajes que han impulsado mi labor literaria estas tú: Querido lector, tú, desde el anonimato, haces que
yo sienta el fuerte deseo de seguir escribiendo.
¡Y por qué con fuerza lo siento, con fuerza lo hago! A todos: gracias.

Publicado en Diario JAÉN     27 - 12 - 1999



[1] Apuntes íntimos. 7 de agosto de1931

[2] Las estrellas se ven de noche.