258 Un remanso de paz, un hogar entrañable
Con amor y con dolor, con lágrimas y con
esfuerzo, cada día, a ritmo de vértigo; sin descansos, sin pausas, sin recrearte
en los cansancios, dijiste si, un sí que ha llenado de amor el mundo, un sí
cuyo eco ha llegado al confín de nuestra tierra, un sí con el que has
conquistado a Dios. Tú obra, querido y amado San Josemaría es hoy una
maravilla, un jardín repleto de natural belleza, un cielo angelical lleno de
luminosas estrellas.
Tú sí es uno de los más eficaces
sies del siglo XX. Querido Padre a nosotros tus hijos ha llegado este remanso
de paz, este lugar para la ilusión, este hogar entrañable para encontrarse con
Dios. Tú a todos nosotros nos has cautivado, nos has transformado y nos ha
llenado en plenitud del Amor de los Amores. Nos has enseñado el asequible
camino de la fidelidad.
San Josemaría, aquí, en tu Obra, se
está a gusto, es una obra imponente y desde aquí todos vemos el azul resplandor
del bello cielo.
Y desde aquí querido Padre: un
beso. Un beso que recorrerá los abismos espaciales para encontrarse contigo. Es
el beso de unos hijos: que emocionados te quieren, que ilusionados te aman y que sobrecogidos por la dicha se abrazan a
ti, para decirte al oído y despacio, como un dulce susurro: gracias Padre.
Gracias. Por Ti somos felices.
Publicada
en Diario JAÉN 21 de julio de 2013
Publicado
en Forumlibertas.com 16 de octubre de
2013