317 La belleza de las
emociones cofrades
Hacía muchos años que no venía a Granada en semana Santa y al volver:
“He descubierto la grandeza de una emotiva realidad”, y por ello me pregunto:
¿cómo es posible que, con esto, el ser
humano no descubra la realidad de un Dios cercano que vive junto a él? ¿Cómo a
través de todas estas maravillas no descubrimos el amor: en la vida y el
testimonio de Jesucristo? ¿Cómo no vemos en la Virgen a nuestra querida madre?
Pienso que, entre otras cosas, por nuestras malas actuaciones, nuestro corazón
se ha adormecido o se ha endurecido o ha
muerto.
El Martes Santo al ver el procesionar de la hermandad del Viacrucis
por la carrera del Darro, al atardecer y en un lugar de tanta belleza, me
emocioné y pude sentir como mi alma se adentraba en mi yo, y yo allí, en ese
interior, rezaba; rezaba y contemplaba aquel “espectáculo” humano y divino; y
me introduje vivamente en la atmósfera singular de un Dios Eterno.
¡Cuánta belleza en aquel paraje, en aquel lugar cautivador y emotivo!
Los detalles de los nazarenos, de las mantillas, de los costaleros, de los
niños ataviados con esas lindas túnicas. Todo era: color, vida, sentimiento,
silencio, oración y emotividad. Todo iba calando hasta conseguir el éxtasis
cercano de algo trascendente.
¡Y en la ventana! aquella mujer entrada en años y perpleja
ante el sentimiento. ¡Y en la puerta! el viejo fumando aquel pitillo que
parecía de antaño. ¡Y por el río! por el río, aquel pez y aquel otro y aquella hoja,
todo dándole vida al agua cristalina y transparente, y acompañando a la delicia
de este procesionar: el runruneo silencioso del agua, agua pura y limpia que, sintiéndose obra de
Dios, también deseaba participar en la liturgia.
¡Y los niños! en medio de ese ambiente de celestial ceremonia,
jugando en silencio y dando con su juego un aire distendido.
¡Y la Alhambra! La Alhambra como siempre majestuosa,
recibiendo la caricia de aquel sol, de la tarde, que aún brillaba; y dando el
tono de fiesta y de sublimidad y de oración con su peculiar belleza; y diciendo
que desde lo alto quiere colaborar, positivamente y activamente, con aquel
singular cortejo.
Y las cuentas del Rosario de la mujer con mantilla que pasan y
pasan, en oración y en su mano temblorosa. Y el cirio de los nazarenos: unos y
otros encendidos, dando un especial encanto a la escena.
¡Y el cielo! El cielo azul, un azul: limpio y puro. Y el alma
de todos: palpitante, sin poder contener sus sentimientos; y los cuerpos
nerviosos pensando en la tristeza que origina lo que pronto se acaba.
¡Y Cristo! ¡Nuestro querido Cristo!, Jesús de la Amargura, con
su pesada cruz, doblado cruelmente por el dolor, y mostrando en su rostro la
huella de las atrocidades de la pasión y mostrando también en su bella talla el
pasar de los años y el transcurrir ininterrumpido de la historia.
¡Y la Virgen de los Reyes! ¿Qué decir de ella? Ella es una bella
Virgen, ¡Virgen, Señora y Madre! Que anda: triste, muy triste; y con su dolor
callado, pero que le traspasa el alma. Una Virgen, que mientras pasa nos dice:
que le visitemos, que le hablemos, que estemos con Ella con más frecuencia en
su casa de San Juan de los Reyes.
Y el incienso revolotea: vuela y huele, huele y vuela, y
pronto nos llena de recuerdos, los recuerdos de un ayer que se pierde en la
lejanía.
Y ya no puedo seguir: ¡Ni puedo ni quiero seguir! para poder
adentrarme en los entresijos del espíritu y recordar lo sucedido, y ver aquel detalle,
y el otro, y el otro, todo en sintonía, todo de gran belleza; y desde esa perspectiva
ver al Dios mío y Dios tuyo, a nuestro Dios, a ese Dios vivo que da brillo y
sentido a aquellos acontecimientos.
Y para terminar les digo: hasta luego; pues quisiera escribir
de nuevo para, desde mi poquedad, trasmitir mis vivencias: vivencias de esta Semana
Santa, de Granada y de Dios, de Dios y de Granada. De un Dios cercano que, a
fin de cuentas, es el gran protagonista; y de una Granada, mágica y encantada, que
siempre, y hoy de una manera muy especial, nos cautiva emotivamente a todos.
Publicada
en “Cartas al Director, Tu voz en la red” Digital 20 de abril de 2014
Publicada
en Diario Ideal de Granada (Papel) 22 de abril de 2014
Publicada
en:
http://viacrucisgranada.com/la-belleza-de-las-emociones-cofrades/
23 de
abril de 2014