55 “Peligro Informamos”


55    “Peligro Informamos”

En muchas ocasiones el ser humano, en temas relacionados con el sexo, el matrimonio, la vida de pareja, e incluso el aborto, busca casi a ciegas solución a infinidad de interrogantes, busca información para conducir su vida, para responder a las expectativas del mundo actual, para resolver sus problemas.
A veces, ese mismo ser humano se angustia porque no sabe manejar la brújula de su actuar diario. Y ante tantas encrucijadas, ante tantas aparentes contradicciones en las diversas soluciones a los mismos problemas incluso, no sabemos dar respuesta adecuada a nuestra vida y buscamos información en gabinetes, centros públicos y privados de información, centros de defensa de los derechos de la persona, y vamos a esos lugares buscando una solución acertada, una luz, una esperanza y nos encontramos
-sucede a veces- con personas mal preparadas, sin formación, sin el menor deseo de ayudar.
En otros casos la solución a los problemas que planteamos se lleva al terreno ideológico y nos dan una respuesta politizada, que solo sirve para la finalidad político ideológica del que la da, independientemente del cuadro que presente el individuo que la pide.
Debemos de exigir que en los centros de información, en los lugares públicos o privados de orientación haya gente preparada, amable, dispuesta a escuchar y a colaborar con empeño.
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De entre esos centros, como indicaba al principio, me voy a referir brevemente a aquellos que se dedican a temas de sexo, matrimonio y pareja, y aborto ; indiscutible es que en determinadas circunstancias podemos estar necesitados de algunos de estos servicios y tenemos que ir, pero antes quizás debamos asesorarnos de quién orienta, cómo orienta y qué pretende al orientar; porque en estos sitios, a veces, nos dan gato por liebre. Y si acudimos a un centro de orientación matrimonial, en un instante, por ejemplo, son capaces de destruir, por manifiesta ineficacia, el fruto nuestro de largos años de convivencia matrimonial; convivencia que solo quizás esté , hoy, un poco deteriorada y necesite no su destrucción total sino algunos arreglos: fáciles algunos de ellos, delicados y dolorosos otros, pero casi siempre posibles. Destruir es fácil, recomponer un difícil puzles es más complicado, pero eso es lo que hay que, procurar, hacer. Otro ejemplo: matar, destruir, aconsejar el aborto porque la tesitura es difícil, eso lo hace cualquiera, crear el hábitat, las condiciones, para que la vida gane la batalla y el ser humano indefenso pueda ver la luz, esa luz que tú y yo vemos, eso es más complicado; pero eso es la obra del artista, del hombre de bien, del profesional que lleva en el alma el noble impulso de la vida.
¡Y sobre sexo que decir! Cuánto consejo fácil, que atropella la más simple de las normas morales ¡¡Cuánta corrupción!! Que envenena a nuestros jóvenes, embaucándolos en innovismos peligrosos y degenerativos. Pues todo eso es fácil de encontrar, hoy, tras la puerta de más de un gabinete de informaci6n; información que por otro lado y por ser, en muchos de los casos, pública, pagamos todos. En la puerta de más de uno de esos centros debería de poner: “INFORMACION PELIGROSA” o si quieres, quizás mejor : “PELIGRO INFORMAMOS”. Por supuesto no se puede generalizar, ni yo con esta llamada de atención lo pretendo, pero si es conveniente que suene la alarma por los muchos errores que, en tantas ocasiones, se cometen. En vez de informar se deforma, deshonestamente, la realidad.


Publicado en Diario Jaén el día 2  del 8  de  1997