55 “Peligro Informamos”
En muchas ocasiones el ser humano, en temas relacionados
con el sexo, el matrimonio, la vida de pareja, e incluso el aborto, busca casi
a ciegas solución a infinidad de interrogantes, busca información para conducir
su vida, para responder a las expectativas del mundo actual, para resolver sus
problemas.
A veces, ese mismo ser humano se angustia porque no sabe
manejar la brújula de su actuar diario. Y ante tantas encrucijadas, ante tantas
aparentes contradicciones en las diversas soluciones a los mismos problemas
incluso, no sabemos dar respuesta adecuada a nuestra vida y buscamos información
en gabinetes, centros públicos y privados de información, centros de defensa de
los derechos de la persona, y vamos a esos lugares buscando una solución
acertada, una luz, una esperanza y nos encontramos
-sucede a veces- con personas mal preparadas, sin
formación, sin el menor deseo de ayudar.
En otros casos la solución a los problemas que planteamos
se lleva al terreno ideológico y nos dan una respuesta politizada, que solo
sirve para la finalidad político ideológica del que la da, independientemente del
cuadro que presente el individuo que la pide.
Debemos de exigir que en los centros de información, en
los lugares públicos o privados de orientación haya gente preparada, amable,
dispuesta a escuchar y a colaborar con empeño.
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¡Y sobre sexo que decir! Cuánto consejo fácil, que atropella la más simple de
las normas morales ¡¡Cuánta corrupción!! Que envenena a nuestros jóvenes, embaucándolos en innovismos
peligrosos y degenerativos. Pues todo eso es fácil de encontrar, hoy, tras la
puerta de más de un gabinete de informaci6n; información que por otro lado y
por ser, en muchos de los casos, pública, pagamos todos. En la puerta de más de
uno de esos centros debería de poner: “INFORMACION PELIGROSA” o si quieres,
quizás mejor : “PELIGRO INFORMAMOS”. Por supuesto no se puede generalizar, ni
yo con esta llamada de atención lo pretendo, pero si es conveniente que suene
la alarma por los muchos errores que, en tantas ocasiones, se cometen. En vez
de informar se deforma, deshonestamente, la realidad.
Publicado en Diario Jaén el día 2 del 8 de 1997