328 Y para
siempre el amor.
En bastantes escritos, en algunas doctrinas, en determinadas
vivencias de fe, muchas personas se preguntan ¿Y Cristo quién es?: Cristo es
amor; y algunos dicen: ¡no, Cristo es Dios! y contestó: sí, pero Dios es
fundamentalmente y sobre todas las cosas: amor; otros dicen: Cristo vino a
traer al mundo una doctrina vivificadora: es cierto, pero en esta doctrina vivificadora
y bien elaborada “Cristo, ante todo, es amor”. Cristo vino a rescatarnos de la penuria
del desamor para introducirnos en la órbita cósmica de un amor sin medida.
Por eso, aunque -yo o tú, a veces- quizás no lo
entendamos, siempre hay que perdonar: “Porque si no perdonas no amas”.
Y como consecuencia:
¿Entonces hay que ir a Misa, por ejemplo? Sí, pero
por amor y para amar a Dios y a los demás. Si vas a Misa a otra cosa, mejor que
no vayas; pues la Misa es la sublimidad del amor en grado excelso. Pues en la
Misa Jesucristo baja a la tierra en el trascendental momento de la consagración
y se convierte en alimento del alma.
¿Y hay que rezar? Si, para entablar un diálogo de
amor con la misma esencia del amor que es Dios; sino: no reces. ¿Y hay que
trabajar? Sí, pero para convertir el trabajo en una ofrenda de amor: que todo
lo transforme, que todo lo vivifique.
¿Y hay que sufrir? Si Dios quiere: sí, pero
transformando el dolor en un holocausto para el bien de toda la humanidad, para
“pagar” por nuestros pecados y los de todos los hombres; pero todo sellado con
la sublimidad permanente de un inmenso amor que todo lo envuelve.
¿Y hay que hacer: esto y aquello…? Si pero para
caminar siempre, siempre siguiendo las huellas del amor.
¿Y en esta circunstancia difícil, que se me
presenta, qué hago? Ante todo amar y buscar la salida.
¿Y cuando estoy durmiendo? Amo durmiendo.
¿Y si lloro? Llora amando.
¿Y si me enfado? Enfádate sólo por amor y
reacciona pronto.
Y cuándo me divierto? Entonces transforma en amor:
tu felicidad, tus alegrías y todas tus diversiones.
¿Y si ya estoy amando? Pues, ¡si puedes! pon más
amor en
ese amor, pon: más cariño, más ternura, más
delicadeza.
Cuando hablo de esto, lo fundamento en estas
palabras: <<Y dijo Jesús: Un mandamiento nuevo os doy: “Amar a Dios sobre
todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos” “En esto se resume toda la
ley y los profetas”>>. ¿Y si tengo dudas? Poniendo mucho amor se irán
resolviendo todas las dudas, todos los interrogantes, por lo tanto sigue
amando, que sí amas y buscas siempre la buena doctrina vas por buen camino.
Y para no equivocarte, siempre: Camina por el
amor, camina con el amor y camina hacia el amor.
¿Y porque en tantas ocasiones los cristianos no
somos sal y luz? porque abandonamos el amor y nos ocupamos de cosas
superficiales y dejamos la oración, el trato sincero con Dios mío, y nos vamos
detrás de bagatelas insustanciales.
¿Y porque en tantas ocasiones la familia no
funciona? Porque se abandona la esencia del amor y se pierde el tiempo en
ambigüedades y desamores.
¿Y porque no funciona la convivencia en el mundo y
hay guerras y terrorismo y hambre y pobreza? porque nos falta el Dios del amor
y de la vida, el Dios misericordioso que siempre tiene la mano tendida para
amar.
Y para finalizar ¿que nos hace falta para cambiar
el rumbo del mundo y de los acontecimientos? el amor, pues el amor todo lo
puede.
Publicada en “Cartas al Director, Tu voz en la red” Digital 29 de mayo de
2014
Publicada en Diario JAÉN
31 de mayo de 2014