500 El resplandor de tus pupilas.

500   El resplandor de tus pupilas.

En estos días tan marianos de semana Santa, en estos días en los que Jesús y María son los grandes protagonistas, quiero dedicar estas palabras a la Virgen. Esa Virgen que en Andalucía y en España es tan especialmente querida y que pasea por tantos encantadores rincones especialmente ataviados, por tantas callejuelas recoletas bellamente adornadas.
Pasea dejándose ver entre las esquinas, en las plazuelas, en los recovecos más insólitos, entre los arcos, junto a las ventanas, bajo los balcones.
Y siempre entre la gente.
Siempre con mucha, mucha gente y en la bulla.
Y Ella siempre airosa, humilde, sencilla, distinguida.
Y siempre acompañada del atento amor de sus hijos.
Esos hijos suyos jóvenes y mayores, ancianos, sanos y enfermos.
Y acompañada, aún más, del fervor de pueblos, y ciudades enteras, que milenariamente, desde un eterno siempre: la quieren, la adoran y la veneran.
Te miro y te veo Madre querida.
Te veo y te contemplo.
Veo en tu bella mirada, en la hermosura de tus ojos, en el resplandor de tus luminosas pupilas, un espléndido museo.
Contemplo un museo elocuentemente prodigioso de: grandeza, arte, luz y color.
Y como colofón de este ver indescriptible, veo un sinfín ininterrumpido y exuberante; un valioso relicario de grata y bella hermosura y de sacra y hermosa belleza.
Allí en tu mirada, como en la de Dios, está el sumun de un cúmulo de vivencias existenciales, que nos hacen ver la sobreabundante y profunda creatividad de un ser superior que ha creado el amor y lo ha acompañado de la excelencia, de las más rica gratitud sensitiva qué es la belleza.

Publicada en DIARIO DE ÁVILA Digital   11 de abril de 2017 

Publicada en Diario JAÉN      14 de abril de 2017 

Publicado en La Nueva EspañaPrensa Asturiana. Digital.   12 abril de 2017