397 Un matrimonio en el marco del Vaticano II.
El
día 8 de febrero fue el 63 aniversario del matrimonio de mis queridos padres:
Antonio y Micaela. La celebración del matrimonio tuvo lugar el año 1952, en la
Iglesia parroquial de San Miguel de Andújar, tuvieron siete hijos, nacidos
todos también en Andújar. Jaén.
Ellos
hoy lo celebrarán en el cielo, rodeados de Dios que es amor en plenitud
desbordante; y de todos los Santos. Infinitud de seres celestiales que llenan
el cielo como un proliferó y bello manantial inagotable del amor en esencia
pura.
A
ellos, a mis padres, hoy quiero referirme porque en su vida fueron un ejemplo:
v De la plenitud del amor.
v De lealtad del uno para
con el otro.
v De padres, dedicados a que
sus hijos crecieran viviendo las virtudes humanas y sobrenaturales.
v De hacer de su casa un
hogar luminoso y alegre.
v De fidelidad a Jesucristo.
v De profundidad teológica
en lo referente a la fe cristiana.
v De amor a María en su advocación
de la Cabeza y de la Medalla Milagrosa.
v De vivir con ejemplaridad
y siempre: cara a Dios y cara a los hombres.
v De ciudadanía y cariño
hacia los demás.
v De laboriosidad y
honestidad profesional.
v De comprensión, respeto y
tolerancia.
v De alegría en medio de la
contradicción.
v De vivir con intensidad
las vivencias y tradiciones andaluzas.
v De vivir inmersos en las
realidades trascendentes sin abandonar sus tareas habituales.
Fueron
un ejemplo a seguir en muchos aspectos de la vida ordinaria y en muchos aspectos
referentes a sus creencias como cristianos. Que Dios ponga abundantemente
ejemplos como estos de cristianos corrientes en medio del mundo, para que nos
puedan servir de guía, ahora y siempre. El concilio Vaticano II fue pionero en
lo referente a la santificación de la vida cotidiana e indicó pautas y
orientaciones para que este estilo cotidiano de llegar a Dios proliferara en
todos los ambientes.
Publicado en Forumlibertas.com 25 febrero
de 2015
Publicada
en Diario JAÉN 26 febrero de 2015