490 ¿Controla el
Estado la pornografía?
Con el caso Allende Fernández, alias Torbe, que fue detenido
por la Policía Nacional junto a otros nueve implicados en la trama perteneciente
a la productora del propio Torbe, y en
el que según los investigadores son acusados de haber incurrido en delitos de:
·
Trata de seres humanos, blanqueo de capitales,
agresión sexual, pertenencia a banda organizada, producción y difusión de
pornografía infantil, prostitución y corrupción de menores.
Con este caso
y el caso de los futbolistas, presuntamente implicados, en un asunto
relacionado con esta trama, se reabre la cuestión de si el gobierno debe de
intervenir más en estos asuntos relacionados con la pornografía y especialmente
en internet.
Particularmente considero oportuno la intervención del
gobierno en todo este mundo de la pornografía que tanto daño puede hacer a los
ciudadanos si no se ponen las suficientes medidas de protección para todos; y
también, y especialmente, para los usuarios de internet que pueden acceder con inaudita facilidad, ya sean:
niños jóvenes o mayores. Estas páginas de internet debían de ser privadas y deberían de estar en
todos los sentidos infinitamente más controlados, por el bien y la salud física
y mental de la sociedad y especialmente de los jóvenes.
Por este motivo he realizado un trabajo sobre este tema y lo he hecho tomando como base un brillante artículo de Juan Carlos Vásconez.
Por este motivo he realizado un trabajo sobre este tema y lo he hecho tomando como base un brillante artículo de Juan Carlos Vásconez.
El consumo de pornografía
en el mundo crece de forma acelerada y se ha convertido en:
·
Una de
las adicciones más alarmantes de nuestro tiempo, debido a sus síntomas y
repercusiones, tanto: físicas como psicológicas, espirituales, matrimoniales,
familiares y económicas.
Un uso desmesurado y
excesivo de Internet ha favorecido la
difusión de la pornografía y de la comercialización del cuerpo.
Por su síndrome de
abstinencia, se puede equiparar a la adicción de drogas duras como la heroína,
la cocaína o el crack.
·
Además,
por el desconocimiento de su problemática, por su extensión, por su bajo precio
y por la tolerancia de nuestra sociedad, se sitúa incluso por encima de esas
drogas en cuanto a peligrosidad.
Los contenidos de este
negocio:
·
Son cada
vez más: “degradados, groseros y violentos”.
Y el acceso a los mismos, a
causa de internet, es cada vez más fácil y precoz:
·
Más de
quinientos millones de páginas web poseen contenido pornográfico.
Su consumo mueve 2500
millones de dólares anuales solo en los Estados Unidos.
Y se ha detectado que provoca estragos en
millones de familias de todo el mundo.
Salir de la dependencia que
se crea no es fácil, y los cristianos invitan a:
·
Confiar en la misericordia del Señor.
Y a buscar
una ayuda y apoyo adecuados.
Muchas veces son los más jóvenes
los que se ven atrapados
·
No es
raro que chicos o chicas caigan en este vicio llevados por las malas amistades,
la curiosidad.
·
O el
esfuerzo de empresas que se dedican a este negocio, y ven en los niños sus
clientes del futuro.
También puede hacer mella, y
lo hace de hecho, entre personas adultas:
·
Que se
sienten tentados, o por curiosidad malsana, o por placer, o porque aunque tienen
formación y luchan por tener una vida interior, pero por flaqueza caen con
cierta frecuencia.
Algunos estudiosos reducen
a tres los factores de su rápida difusión:
·
Es accesible.
·
Está
disponible en cualquier dispositivo y en cualquier momento.
·
Existen
millones de enlaces que dan acceso a pornografía de manera gratuita.
·
Y
es anónima, es posible
mirar sin ser visto por nadie, y sin necesidad de crear un registro o dar el
nombre o dirección de correo electrónico.
Ante esta emergencia, es
importante contar con guías que tengan las competencias necesarias para ayudar
a otros a salir de la pornografía. Afirma Santo Tomas:
·
“La
lujuria corrompe la prudencia; es decir, la
capacidad de juzgar adecuada y objetivamente la realidad y de regirnos por
principios mentales sanos”.
Por eso, para una persona
que ve pornografía y está intentando dejarlo, el criterio propio no será
suficiente.
Aunque el deseo de cambiar
es crucial no es suficiente en sí mismo.
Hay que poner los medios:
·
Encontrar
alguien que ayude se ha convertido en algo fundamental.
La lujuria es un vicio que
generalmente odia la luz y por lo tanto, de ella, huye. Su estrategia más vil
es precisamente esconderse en el secreto; de modo que, como el cáncer, crezca
lentamente.
Cuando la persona que la
sufre busca ayuda, en: un director espiritual, un profesor, un educador, un
psicólogo que le ayude a poner luz de inmediato; la lujuria pierde una gran
parte de su influencia.
Y para finalizar, por parte
de los entes públicos, se debe controlar más esa basura inmunda que ocupa
internet y pervierte las mentes y los corazones de jóvenes y mayores.
Publicada en Diario de
Burgos 20 junio 2016
Publicada en “Cartas al
Director, Tu voz en la red” Digital 23
de junio 2016
Publicada en DIARIO DE ÁVILA Digital 1 de julio de 2016