192        La constitución cumple veinticinco años.

¡Felicidades España! Nadie puede dudar de la importancia que la Constitución tiene en el sistema Democrático Español. Y si importante es la Constitución más importante aún es el buen uso que se haga de ella. No vale que adaptemos la Constitución para que sirva de beneficio a unos pocos en detrimento del colectivo general. No vale que, como siempre, al que tiene se le de cada vez más y al que no tiene se le quite hasta lo poco que tiene. No vale que  las regiones pobres sean cada vez más pobres y a las ricas se les "atiborre" de beneficios, justificándolo esto diciendo que era una herencia histórica a la que tenían derecho.
Dentro del marco de  la Constitución los elementos primordiales que deben emanar de ella son: la libertad, la justicia, la defensa de la vida, la paz, el progreso.... La Constitución es como un manantial prodigioso del que emana el agua pura, el agua cristalina, el agua limpia.... Así de la Constitución debe de emanar la felicidad y la dicha para todos los españoles. La Constitución es pilar firme, roca segura, columna esbelta. La Constitución nos llena de estímulo cuando defiende la vida de todos: nacidos y no nacidos aun. La Constitución nos llena de alegría cuando, como un padre bueno, reparte a manos llenas bienes de todo tipo y todo en perfecta armonía, como sucede en una familia que goza de paz y concordia. La Constitución es pilar fundamental  cuando abre sus puertas y ventanas para que entre el aire puro de la libertad y  las cierra para que no entre el aire viciado del libertinaje. El libertinaje es hoy el fruto de una mala estructura social de décadas anteriores en las que, por desgracia, se entendió mal la libertad. Muchos jóvenes hoy son esclavos de vicios y pasiones por habérsele ofrecido un concepto muy equivocado de la libertad. Hoy tenemos que sufrir las consecuencias de no haber sabido, durante algunos años, explicar a los jóvenes que la libertad no es hacer  a uno lo que le place olvidándose: de las normas, de los deberes, de los criterios, de la ética, de la moral, de la educación, del respeto y olvidándose por qué no decirlo de  Dios que es el padre de la libertad, el creador de la libertad. Dios debe de seguir brillando, como antorcha luminosa, en el horizonte de España. Dónde está Dios hay concordia. Es muy bueno que España siga creyendo en Dios y más bueno aun que Él, desde su trono de infinita sabiduría, siga creyendo en España. En este punto es importante destacar que la creencia en Dios no se puede imponer a nadie, la creencia en Dios es fruto de la libertad personal, los españoles debemos de respetarnos sean cuales sean nuestros credos y sean cuales sean nuestras ideologías. Dios, desde el principio de la creación ha respetado al hombre, ha dejado que el hombre elija su destino y su vida. Cada uno tendrá que elegir. El bien no se impone, se ofrece, se entrega, se da.


Carta publicada en el Diario Jaén el 6 de Diciembre de 2003

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