497 Los ejes
del sistema educativo finlandés.
Cuando hablamos de los reiterativos problemas
educativos de España, siempre hacemos referencia al modelo educativo finlandés,
que se ha convertido, en los últimos años, en uno de los sistemas más admirados
del mundo por su eficacia, por sus buenos resultados y por su calidad.
El sistema finlandés es un referente en muchos países y
para muchos millones de educadores.
A través de un artículo de Matilde Suárez y Ara Reina
sobre este, tan magistralmente diseñado, modelo educativo, he podido conocer
también que la pedagoga sueca Inger Enkvist dio hace unos meses en Logroño una
conferencia titulada: “Los secretos del milagro del sistema educativo
finlandés”. Dicha conferencia estuvo organizada por la Universidad Internacional de la Rioja
(UNIR).
Enkvist title explica, en la misma, que las causas y las claves fundamentales del éxito del
sistema educativo finlandés es que los
padres/madres, los alumnos y el Estado respetan a los profesores. Es por ello que el profesorado es un colectivo profesional muy bien
valorado.
Aunque la
retribución allí es normal, es decente para gente con una buena formación
universitaria, pero nada del otro mundo; si es cierto que hay más profesores
fijos y no hay tantos interinos como en España.
Sobre deberes sí o deberes no, la pedagoga
sueca lo tiene claro, los deberes son necesarios, pero ha matizado que tienen
que ser tareas motivadoras.
Y ha afirmado con contundencia que es un
disparate pretender que los niños no hagan actividades escolares en casa:
·
"Ningún
país con alto nivel educativo prescinde de los deberes. Los mejores deberes son
los que suponen un repaso de lo visto en clase".
A mí personalmente me ha llamado la
atención, como profesor con 35 años de docencia, cuatro cosas.
Primero la necesidad del prioritario y
totalmente necesario respeto hacía el profesor por parte de todos los
estamentos y componentes de la sociedad.
Ese respeto y valoración, si llega, será
en el futuro la llave que abra la eficacia de la labor educativa en España.
Y el respeto ha de empezar por los
alumnos, continuar por los padres y madres, después por los gobernantes y en
cuarto lugar por toda la sociedad que ha de empujar decididamente para que este
objetivo del respeto y de la valoración se cumpla positivamente.
En segundo lugar la indicación
interesantísima que se hace de que ningún país en el mundo con alto nivel
educativo prescinde de los deberes.
Y
en tercer lugar la necesidad de que los deberes sean motivadores, y
fundamentalmente un repaso de lo explicado en clase en esos días.
Otro
punto importante, que yo añadiría, es que debería de haber coordinación entre
los profesores, del equipo educativo, a la hora de poner los deberes a los
jóvenes y a los niños. Para que no se dé la negativa posibilidad de que haya
días muy estresantes para los jóvenes y otros días que no tengan ninguna
actividad. Es conveniente un reparto equitativo de tareas.
Publicada
en DIARIO DE ÁVILA Digital 4 abril de
2017
Publicada en Diario JAÉN 5 abril de 2017