551 El Papa en la zona “0” del terremoto de
Italia.
El Papa Francisco llegó por sorpresa
a Amatrice, la localidad que fue completamente devastada por el terremoto del
pasado 24 de agosto en el centro de Italia y que causó 297 muertos.
Se dirigió primero a los módulos que han sido
instalados para que los niños pudieran volver al colegio, allí saludó a las
maestras y a los pequeños.
Francisco se dirigió,
uno a uno, a los más de 100 niños de Amatrice y de las localidades cercanas que
han podido comenzar este curso escolar gracias a la instalación de estos módulos, ya
que su colegio quedó parcialmente destruido.
Las palabras del pontífice a su llegada a
Amatrice fueron:
·
"Desde el primer momento, sentí la necesidad
de estar aquí. De rezar con vosotros. De mostrar mi cercanía. Esto
es lo que os traigo".
El papa se detuvo al encontrarse en uno de los
módulos con un hombre, visiblemente conmocionado, que perdió a su mujer y a sus
dos hijos en el terremoto.
Después el Papa se dirigió a la zona más
afectada por el terremoto, cerrada por seguridad. Lo hizo en compañía del obispo de Rieti, Domenico
Pompili.
Allí Francisco comprobó la destrucción del
pueblo de 2.600 habitantes, pero que en el momento del terremoto había
triplicado los habitantes ya que es un lugar donde los romanos pasan sus
vacaciones.
En Amatrice, 1 de cada 3 casas se derrumbó y
sólo en esta localidad murieron más de 230 personas, el resto falleció en
Accumoli y Arquata del Tronto.
Francisco expresó:
·
“Quiero
realizar esta visita privadamente y solo, como sacerdote, obispo y papa, para
estar más cerca de la gente”.
Esta visita, fue de pocas horas, y servirá para
mostrar la cercanía de Francisco a la población de las zonas afectadas por el
terremoto.
Cerca de 4.000 personas viven aún en las tiendas
instaladas tras el seísmo.
El pontífice hizo esta visita el día de San
Francisco, el patrón de Italia y en la que celebra su onomástica como Papa.
De nuevo el Santo Padre nos
muestra el derroche generoso de su amor por los demás, nos muestra su corazón
solidario, su cercanía, su cariño.
Aprendamos de sus gestos,
de su autenticidad, de su disponibilidad absoluta con el que sufre, con el
necesitado.
Fuente: Ciudad del Vaticano.
Fuente: Ciudad del Vaticano.
Publicada en “Cartas al Director, Tu voz en la red” Digital
14
octubre de 2016
Publicada en DIARIO DE ÁVILA
Digital 17 octubre de 2016