104 El peligro de las frustraciones
Las frustraciones que se
presentan en la vida no nos deben conducir a refugiarnos en mundos paralelos o de
aparente fantasía, como, entre otros: el de las drogas, o
el de la tristeza, o el de la pornografía, o el del alcohol o el del
aislamiento personal o el de la depresión o incluso el del pensamiento del
suicidio.
También las redes sociales
aunque pueden favorecer nuestra lucha contra las frustraciones, nos pueden
llevar fácilmente a convertirnos en dependientes o a la confusión entre lo real
y lo virtual. Con lo cual a través de las redes sociales podemos caer en otro
profundo pozo de tristeza y frustración.
Por lo tanto buscad y vivid
relaciones ricas de amistad verdadera y noble. Las
relaciones sociales bien encausadas pueden ser el mejor remedio para huir de la
desidia y del desencanto emocional que producen las frustraciones. Relaciones
familiares, relaciones con nuestros compañeros de trabajo, relaciones con
nuestro entorno, pueden ayudarnos a superar el transitorio bache de una
frustración momentánea o profunda. Adoptad iniciativas que den sentido y raíces
a vuestra existencia. La pertenencia: a un club, a una ONG, a una institución
religiosa, a una institución cultural, a una actividad deportiva… pueden ayudarnos
en este cometido.
Tenemos que luchar también contra la superficialidad y contra el consumismo que
aunque al principio puede resolver momentáneamente nuestra frustración nos
puede también hacer caer en otro pozo de desencanto y desilusión. El consumismo
es peligroso pues, con él, entramos en una espiral de gastos innecesarios que
nos van esclavizando; cada vez necesitamos más, pero esas necesidades nos
satisfacen menos.
También nos acecha otra tentación, la del dinero, ese
ídolo tirano que ciega hasta el punto de sofocar a la persona y su corazón.
Los ejemplos de las personas que nos rodean no siempre
son los mejores remedios, incluso en muchos casos fue pueden ser perjudiciales y
más frustrantes aún. ...
Por lo tanto tenemos que buscar buenos maestros, maestros
espirituales, personas con ideales nobles que sepan indicarnos la senda adecuada,
dejando a un lado: los placeres momentáneos, lo ilusorio, lo llamativo y la
mentira.
Algunas de estas ideas están
recogidas de: Mateo García
Lobato en 2012
Publicada en “Cartas al Director, Tu voz en la red” Digital 31 de mayo de
2014