A los jóvenes es
importante inculcarles algunas ideas fundamentales. Pienso que estas ideas que voy a exponer son los pilares
esenciales para construir en ellos el edificio de la paz y de la convivencia:
primero la paz familiar: Este es el soporte básico que falla en muchas
ocasiones. No vivimos precisamente un buen momento para la familia. A la
familia se le ataca mucho y se le protege poco. Parece que los que dirigen
desde arriba los acontecimientos, unos y otros, no se han enterado de la
trascendencia de ese patrimonio universal que se llama familia y andan gastando
euros y euros en proteger cuestiones que, en muchos casos, afectan a una
minoría y que no son ni mucho menos prioritarias para la vida. Por otro lado
los jóvenes han perdido el respeto en muchas ocasiones a los padres; ya en
muchas casas los padres no son los que llevan el timón, la brújula la llevan
los hijos a los que los padres les tienen miedo pues los amenazan con todo tipo
de cuestiones inverosímiles que crean discordia y mal ambiente en el hogar. Y
otros muchos casos los padres no se
entienden y ellos son los primeros que no favorecen el buen clima familiar
deteriorando lamentablemente la vida de
sus hijos.
PELEAS FAMILIARES |
A veces en las aulas se pasan horas y horas resolviendo cuestiones de convivencia,
mejor diríamos de mala convivencia. Los que molestan, los que interrumpen, los que deterioran y entorpecen la labor educativa aunque no son muchos sí hacen mucho ruido y crean muchísimos problemas. Hoy, en muchas ocasiones, hay que tener la fortaleza de militar con muchos galones para enfrentarse a determinados personajes llamados amablemente alumnos, pero que en realidad son jóvenes delincuentes, jóvenes drogadictos, jóvenes ladrones que deberían estar en lugares adecuados y no contaminando las aulas. Las aulas son lugares “sagrados” que hoy, en algunos casos, hemos dejado en manos de 4 o quizás más indeseables; y como nos descuidemos, pronto, la sociedad democrática estará en manos de estos jóvenes impostores. Seria terrible pero podría ser. Se dice que a río revuelto ganancia de pescadores y el río hoy esta revuelto y muy, muy, sucio por el fango que han echado muchos despreciables ciudadanos. ¿Negativo o realista? Esta es mi triste opinión, aunque todo no es así, gracias a Dios, el abundante mal sigue con su lenta pero eficaz labor corrosiva. ¡Páralo!
Publicada en Diario
Jaén 20 – 2 - 2013