176 El embrujo de la Sevilla andaluza.
En
Sevilla:
Ø El embrujo lo ponen las estrechas
callejas del barrio de Santa Cruz.
Ø El arte peculiar, lo tiene
Triana; esa Triana, que en silencio o bulliciosamente, siempre enamora.
Ø La Juventud se vive junto
a los aledaños inconfundibles de la plaza de Jerez
Ø La grandeza se contempla
en una Señorial y Magna Catedral llena de magia.
Ø El torerio se vive en el
Arenal, entre Triana y Sevilla, junto a la Muy Real y Distinguida Maestranza.
Ø El ensueño:
o
De
una pasión.
o
De
un encuentro.
o
De
un beso inesperado.
o
De
un te quiero…
o
Se
descubre dando un paseo por sus calles, calles diseñadas con arte, maestría y
cariño.
Ø La ilusión la pone una
copa del apreciado vino de sus peculiares tabernas
Ø La gracia, la gracia la
pone Sevilla. Y la pone porque la tiene, porque la tiene y la vive, y la vive
sabiendo vivirla con un arte peculiar que se respira.
Ø ¡La fe! la fe la pone un
Señor, muy, pero que muy sevillano, llamado Cristo: “El Cristo del Gran Poder”
que sabe en el bullicio de la Madrugá ir en silencio y con arte.
Ø El cariño, tierno y dulce,
lo pone una Madre, la Madre: la Macarena, la Esperanza de Triana, la Aurora, la
Amargura, la O, el Dulce Nombre, Nuestra Sra. de la Victoria, la Dolorosa, la
Soledad, los Desamparados, la Virgen de las Tristezas y ese sinfín de nombres
sevillanos que la tradición atesora.
Ø La bulla en Sevilla la
pone la Semana Santa. Gente, gente y gente; todos atónitos, todos contemplan,
todos rezan, todos viven conjuntamente la tristeza y la alegría, el fervor y la
pasión. Es el entusiasmo de su mejor vivencia.
Ø Y junto a tanta belleza,
el río Guadalquivir que pasa, y no se detiene; sólo contempla sus puentes y
sigue, sigue fielmente, recorriendo pausadamente su bética ruta.
Ø Y para reflexionar: el Parque
de María Luisa o los Jardines de Murillo, lugares para la poesía, para la
oración, para la vida.
Ø Y, como colofón, la
eternidad en Sevilla la podemos descubrir: contemplando su cielo azul, ese bello
cielo que, frecuentemente, se dibuja entre nubes resplandecientes que brillan animosas
a la luz del sol.
Publicada en “Cartas al Director,
Tu voz en la red” Digital 24 noviembre de 2014