495 El Papa entre el susurro y la brisa.

495   El Papa entre el susurro y la brisa.

El papa Francisco, en la misa -de este viernes 10 de junio- celebrada en la Casa Santa Marta del Vaticano, dijo que La vida del cristiano se puede resumir en tres actitudes:
·        Estar “en pie” para acoger a Dios
·        En paciente “silencio” para escuchar su voz.
·        Y “en salida” para anunciarlo a los demás.
Así lo explicó el Papa. Puedes ser:
·        Un pecador arrepentido que ha decidido comenzar de nuevo con Dios.
·        O un elegido que ha consagrado a Dios su vida.
En cualquier caso, puedes caer en el “miedo” de no poder seguir, puedes entrar en un estado de “depresión”, cuando la fe se oscurece.
Þ En pie y en camino:
El Papa para indicar cómo salir del túnel, evocó por un instante la situación del hijo pródigo:
·        “Un hijo pródigo deprimido mientras mira hambriento a los cerdos”.
Después se centró en el personaje litúrgico de hoy: el profeta Elías.
Este es:
·        “Un ganador que ha luchado mucho por la fe y ha derrotado a centenares de idólatras en el Monte Carmelo”.
·        “Después, en la enésima persecución que sufre, se abate. Pero Dios no lo deja en ese estado de postración, sino que le envía un ángel con un mandato: levántate, come, sal”.
Para encontrar a Dios es necesario volver a la situación en la que estaba el hombre en el momento de la creación: en pie y en camino.
Y dijo Francisco:
·        “Así nos ha creado Dios: a su altura, a su imagen y semejanza y en camino”:
“¡Ve, continúa! Cultiva la tierra, hazla crecer, multiplícate… ¡Sal!”.
·        “Sal y ve al monte y detente allí en mi presencia”:
Elías se puso en pie y, puesto en pie, sale.
Þ El hilo de un silencio sonoro:
Y se pregunta Francisco:
·        “Salir, por tanto, es ponerse a la escucha de Dios”.
¿Pero, cómo pasa el Señor?
¿Cómo puedo encontrar al Señor sabiendo seguro que es Él?
El Papa explica:
La cita del Libro de los Reyes es elocuente, Elías recibe la invitación del ángel a salir de la cueva en el monte Oreb donde ha encontrado refugio para estar “en la presencia” de Dios:
·        “Sin embargo, el que lo induce a salir no es “el viento impetuoso y gallardo”, que destroza las rocas, ni “el terremoto” que sigue, ni siquiera “el fuego”. Tanto estruendo, tanta majestad, tanto movimiento y el Señor no estaba allí”.
“Después del fuego, el susurro de una brisa ligera o como se dice en el original: “El hilo de un silencio sonoro”, allí estaba el Señor. 
“Para encontrar al Señor, es necesario entrar en nosotros mismos y escuchar: “El hilo de un silencio sonoro”, donde Él nos habla”.
Þ La hora de la misión
La tercera petición del ángel a Elías es: “sal”.
El profeta es invitado a volver sobre sus pasos, al desierto, porque allí tiene una tarea que cumplir.
Al explicar esto, dijo Francisco, se entiende:
·        “Que hay que estar en camino, no cerrados, no dentro del egoísmo de nuestra comodidad, sino “valientes” para llevar a los demás el mensaje del Señor”. Es decir: “Ir en misión”.
“Debemos buscar siempre al Señor”.
Todos nosotros sabemos cómo son los momentos oscuros: “Momentos que te hunden, momentos sin fe, oscuros”. “Momentos en los que no vemos el horizonte y no somos capaces de levantarnos”.
¡Todos sabemos esto!
Y exclamó el Papa, con fuerza, en la homilía:
·        “Pero está el Señor que viene, nos restaura con el pan y con su fuerza y nos dice: Levántate y sigue adelante. ¡Camina!”
Para encontrar al Señor debemos estar así: en pie y en camino.
Después esperemos, con el corazón abierto, que Él nos hable:
·        “Y Él nos dirá: Soy Yo. Y la fe se fortalecerá”.
¿La fe es para mí, para guardarla? ¡No!:
o   “Es para darla a los demás, para ungir a otros, para la misión”.
Fuente: Radio Vaticano

Publicada en “Cartas al Director, Tu voz en la red” Digital 

24 de junio de 2016