431 Semana Santa de
Andalucía
Andalucía con su esplendor especial y con ese brillo que le
caracteriza, ha vivido un año más su semana Santa.
La riqueza sin igual de sus ciudades y pueblos, el amable
carácter de sus gentes, el azul atractivo de su cielo, la luz que aviva y da
fuerza a los corazones, todo ello y mucho más, cala profundo en nuestras vidas.
La semana Santa en Andalucía origina en el que la vive, en
el que la siente y en el que la presencia, un sinfín de emociones. Emociones
profundas que consiguen deleitar el alma y que el corazón se dilate y agrande.
Hay miles de emociones calladas en la semana Santa de Andalucía, hay miles de
sensaciones extraordinarias, hay miles de corazones rotos que se recomponen por
el intenso amor de aquellos días.
El distinguido fervor de esta tierra no es comparable a
ningún otro lugar. Su peculiaridad, la forma extremadamente delicada con la que
se cuida todo, el arte, el tierno respeto a sus imágenes, el cuidadoso mimo con
el que se vive, origina que todo sea distinto.
En Andalucía, en estos días, no cabe la vulgaridad anodina,
no cabe la rutina, no cabe el desánimo ni el desaliento, no cabe el
aburrimiento, no cabe la tibieza; aquí sólo caben expresiones del amor,
intentar enriquecer aún más si cabe su propia riqueza y llenar las alforjas del
alma: de paz, de armonía, de placidez, de equilibrio, de esperanza.
Yo he podido descubrir en las imágenes de la semana Santa de
Andalucía: arte y belleza; un arte y una belleza que nos hablan: de amor, de
vida, de sensibilidad, de grandeza. El culto que se da a estas imágenes en la
calle es: un culto sublime, un culto sin igual, un culto rico y repleto de
matices emotivos.
El amor de los cientos de costaleros, la disciplina
callejera de nuestros nazarenos, el discurrir de la procesión por: calles,
avenidas, plazas, callejas, parques, jardines consiguen un efecto de
espectáculo extraordinariamente bello.
En Andalucía la semana Santa vive en sus calles y con sus
calles; vive en sus gentes y con sus gentes; vive bajo su cielo azul y bajo el
leve pero encantador resplandor de las estrellas; vive mágicamente con el
esplendor de la luna llena; vive entre el atractivo olor de los naranjos en
flor; entre monumentos encumbrados y entre callejas llenas de encanto y de
hermosura.
La semana Santa y Andalucía
no chocan, ni se estorban, pero sí conviven;
conviven desde hace más de 500 años y siempre desde la perspectiva de un
encuentro mágico.
El Andaluz o el turista que quiere disfrutar y sentir en el
alma esta excelsa experiencia lo hace; el que quiere ver: ve; el que quiere oír:
oye; y el que quiere vivir ajeno: lo hace; todo se respeta y Andalucía respeta
a todos.
Es el respeto de la sana convivencia, es el respecto a las centenarias
tradiciones, es el respeto que existe y ha existido siempre en una autonomía ejemplarmente
madura, es el respeto de todos y a todo, es el respeto entusiasta del que sabe,
vive y deja vivir.
Publicada en DIARIO DE ÁVILA Digital 6 abril 2016
Publicada en “Cartas al Director,
Tu voz en la red” Digital 12 de abril 2016