625 Despiertos al amor.

625   Despiertos al amor.

Enseñar a vivir y a entender bien el amor, y más entre jóvenes, me parece una acción fascinante y una cuestión prioritaria, y más aún en estos tiempos convulsivos y en este mundo que parece desintegrarse por la fuerza de la incoherencia y del desatino, tanto personal como institucional. Para empezar podemos decir que:
·        “El amor es el motor, sin el cual: la vida se para y el corazón envejece”.
Para esto he recogido del Instituto Pontificio Juan Pablo II algunas ideas sobre ello y con ellas he elaborado este texto.
San Juan Pablo II nos dice:
·        “El amor es hermoso. Los jóvenes, en el fondo, buscan siempre la belleza del amor”.
“Ellos quieren que su amor sea bello”.
Estas palabras del Papa Santo nos llenan de esperanza y nos animan a despertar para abrirnos a la auténtica realidad del amor
Para vivir de verdad es necesario estar despiertos:
·        Los sueños nunca podrán sustituir la realidad por muy bellos o agradables que sean.
Los sueños no tienen meta.
Es necesario aceptar que vivimos en un mundo con personas reales que pueden enriquecernos o defraudarnos y que allí precisamente, entre ellas, es donde hemos de encontrar el amor hecho vida.
Y, muy importante: Para despertar a la vida, es necesario despertar al amor:
·        Y solo se despierta cuando se ama.
El amor evita que confundamos la vida con un sueño.
El amor hace surgir un horizonte que no se desvanece de golpe como el de los sueños:
·        El amor se ensancha siempre hacia la meta,
El amor se orienta hacia un destino lejano y maravilloso.
Así decía el poeta español: Gustavo Adolfo Bécquer, queriendo describir sus sensaciones de enamorado:
·        Rima XVII: “Hoy la tierra y los cielos me sonríen”.
Hoy la tierra y los cielos me sonríen;
hoy llega al fondo de mi alma el sol;
hoy la he visto…, la he visto y me ha mirado…
¡Hoy creo en Dios!
También a él, como a todos, el amor le llenaba de un entusiasmo inesperado e incontenible, hasta parecerle sobrenatural, incluso divino:
·        “Esta es la fuerza del amor”.
El enamorado queda tan sorprendido de la luz que ha inundado su vida que no hace otra cosa que contemplarla.
El amor nos fascina porque contiene una promesa de belleza. El amor es algo tan grande que deseamos poseerlo inmediatamente, en un instante, pero esto no es posible:
·        “El amor nos invita a caminar a lo largo de su sendero, un sendero nuevo que podemos construir solo paso a paso”.
Si no aceptamos la invitación que nos hace el amor, si nos olvidamos que es una promesa de belleza y no una cosa ya hecha, rápidamente acabará por desilusionarnos:
·        La felicidad no se compra:
“Se construye”.
El amor no es el sentimiento débil y fugaz que algunos nos describen:
·        El amor es más bien la fuerza que nos acompaña desde el inicio de nuestra vida.
De este modo la apertura al amor no es un salto en el vacío.
Cuando no tiene meta, el amor deja de ser amor:
·        ¿Cuál es nuestra ruta y nuestra brújula para creer en el amor?
¿Cómo distinguir el amor verdadero del falso?
Pregúntate:
·        Si tu amor tiene meta o si das vueltas.
Si tu amor construye algo o si es un amor-burbuja, en que dos amantes se limitan a mirarse embelesados el uno al otro...
Si tu amor te hace crecer y madurar...
Si te promete y abre un camino.
Por otro lado, conocer a Jesús y tener fe en Él, es creer en su amor, es experimentar su fuerza y saber que, con este amor, se puede llegar al final.
Apoyados en el ejemplo, en el mensaje y en la doctrina de Jesucristo fácilmente encontraremos este camino que tiene como destino inapelable el amor.
Con estas breves pinceladas he pretendido sólo hacer un rápido boceto de esta amplísima realidad, que es el culmen y la suprema meta de nuestras vidas.
Sin el amor humano y sin el amor divino nuestra vida acabaría siendo una vida vacía, una vida rota, una vida tristemente oscura. Por lo tanto es conveniente emprender decididamente y sin ambigüedades el camino dulce y amargo a la vez del amor verdadero.
¡Adelante! La lucha se presenta difícil pero apasionante.
No te dejes atrapar por el desaliento. ¡Ánimo!
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Publicada en DIARIO DE ÁVILA Digital   13 de diciembre de 2017