481 Juego limpio y campo de fútbol torcido.

481   Juego limpio y campo de fútbol torcido.

El Club Social y Deportivo Liniers, cuyo estadio se emplaza en el círculo metropolitano de Buenos Aires, deberá enderezar su terreno de juego, que tiene, desde hace más de 30 años, una forma de trapecio que ha convertido al equipo en una peculiar leyenda del fútbol argentino.
Ubicado a unos 30 kilómetros de la capital argentina, el estadio Juan Antonio Arias es la sede de un humilde club de fútbol que entrena a 400 chicos, desde categorías inferiores hasta futbolistas profesionales, y es también una salida para muchos jóvenes de las zonas paupérrimas que rodean el club.
Oscar Aguirre, entrenador del equipo nos comenta:
·        “Los rivales del Liniers acuden al estadio con cierto temor porque la estructural trapezoidal del campo genera confusiones a los futbolistas. Los porteros cuando toman referencia con el arco de enfrente, se encuentran con que su primer palo no coincide con el de la portería contraria".
En una entrevista con Efe, el técnico relata las estrategias que ha adaptado a la peculiar disposición del terreno de juego, que, asegura, cambian la forma de atacar, defender y presionar:
·        "Los contrarios sufren especialmente en las jugadas a balón parado, se han metido muchos goles olímpicos, ejecutados directamente desde el saque de esquina".
Todos los clubes de fútbol saben que la cancha 'torcida' es la del Liniers, que en la actualidad juega en la quinta división argentina.
Ahora, la AFA ha clausurado temporalmente el estadio, con una prórroga de tres meses para que reformen la cancha y la transformen en un polígono rectangular.
Y nos explica el directivo:
·        “El Liniers se ha forjado una fama durante todos estos años por asistir a los jóvenes de los barrios aledaños, hundidos en la miseria y la violencia desde hace décadas. Tenemos fútbol femenino, un merendero y hacemos inclusión social".
La grandeza de este campo torcido ha sido conseguir que cientos de jóvenes en unas condiciones ciertamente paupérrimas y deprobables en muchos casos, tanto hombres como mujeres, puedan hacer deporte y encontrar además en ello quizás el único objetivo ilusionante para sus vidas en tantas ocasiones un tanto caóticas.
Jesucristo, en alguna ocasión habla de que lo torcido se endereza. Este es uno de esos casos en los que se cumplen las palabras del evangelio:
·        “Los ciegos ven, los cojos andan y los pobres son evangelizados”.
A mí no me cabe duda de que en este campo torcido, con forma geométrica de romboide, se han realizado innumerables milagros. Milagros de niños y niñas que, siendo la escoria de una sociedad deshumanizada, se han convertido, a través del deporte y de la vida sana, en personas con valores educativos, sociales y profesionales.

Publicada en DIARIO DE ÁVILA Digital   20 octubre de 2016

Publicada en Diario de Burgos     20  de octubre de 2016

 Publicada en Diario JAÉN       22  de octubre de 2016

Publicada en “Cartas al Director, Tu voz en la red” Digital 
23 octubre de 2016