104 La escritura: un
tesoro
El
placer de escribir da a la vida un dinamismo excepcional.
A través de la escritura uno se encuentra:
Con su yo, con la profunda plenitud de su ser.
Con un horizonte lleno:
¨
De luz...De color...De
vibración....De vida.
¡Y cómo no!, en ocasiones, con un horizonte gris revestido de tristes
sombras.
En este tiempo que llevo escribiendo he descubierta la fuerza implacable
de la palabra.
Se le escribe al que tiene una pena o un dolor para aliviar su tristeza.
Se le escribe al que está sólo, para que encuentre en nuestras
palabras el aire cercano de nuestra
amable compañía.
¡Hay que escribir insistentemente sobre la vida!
¡Hay que Escribir, con fuerza y convicción! :
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sobre la belleza
¨
sobre la luz, que brilla y resplandece
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sobre la hermosura, que
nos apasiona
¨
sobre el amor, que nos
cautiva
¨
sobre la ternura, que
nos sobrecoge
¨
sobre el sencillo valor
de una sonrisa
¨
sobre la fuerza de la
ilusión
¨
sobre el sentido de tu
dolor, de tu pena
¨
sobre las maravillas
que nos envuelven.
También, hay, al escribir, que descubrir, de vez en
cuando, el telón implacable de la muerte.
Hay que escribir: sobre el bien para que el se difunda, sobre la paz para que se extienda
y sobre el mal para que desaparezca de nuestra tierra. Y desaparecerá con el
aguijón pertinaz de nuestra incansable insistencia
Sí leer forma parte incuestionable
de la cultura de un individuo, escribir es como el complemento insustituible.
La persona que lee y escribe enriquece su vida dándole a su existencia un
aire especial.
Con estos dos ingredientes el horizonte de nuestra vida se ve
especialmente diferente.
Todo es: más bello, más real, más autentico....