160   El encanto de una Virgen Morena


Desde la peana regía de un Cabezo soberano, nos llega el reconfortante aroma de una Virgen encantadoramente morena.
Y desde este diario: El Diario Jaén, nos llega también, este año, esa miniatura artesana, llena de belleza, de esa Virgen guapa y de ese trono con aire de grandeza. Virgen y trono, que, en tantas ocasiones, el último domingo de abril, han llenado nuestras vidas de un gozo profundamente indescriptible. Con esmerado acierto el Diario Jaén extiende, a lo largo de nuestra tierra, nuestras queridas tradiciones. A ellos y por ello, mi agradecimiento.
Y en Jaén, una tradición por excelencia es  la devoción, centenaria, a la Virgen de la Cabeza.
La Virgen, en abril, pasea su gracia: Divina y humana, por un cerro excepcional.
La Romería mas antigua de España
¡Y el Cabezo se llena de cariño!
¡Y el Cabezo se hace paraje bullicioso  y colorista!
¡Y el Cabezo se hace oración!
¡Y el Cabezo se hace penitente!
¡Y el Cabezo se hace fiesta y fiesta grande!
La bandera se baila, el tambor se toca, la devoción se palpa, el cariño a  la Madre se detesta.
Pero quizás falta, que esa devoción, tan querida de todos, se depure. Y a veces hay demasiada superficialidad, demasiado fanatismo, demasiada fiesta pagana; y poco sentido cristiano, poco afán religioso, poco amor verdadero y exigente.
Nuestras fiestas religiosas tienen el peligro de quedarse en tradiciones populares,  faltas de sentido espiritual; y de esta manera se desvirtúa su sentido.  La falta de profundidad religiosa y el exceso de fiesta, hacen que, en ocasiones,  la Morenita  pierda protagonismo, y todo se quede en un festín superfluo e inconsistente.
Cartel de la Romería
Por supuesto que la fiesta es fiesta y que la romería está llena de matices con contenido de entusiasmo y de alegría, pero no podemos olvidar que en el centro está Ella. Ella que espera  nuestra conversación, nuestro deseo de ser mejores, nuestros propósitos de vivir una fraternidad efectiva y exigente... en el fondo espera nuestro compromiso para acercarnos a Cristo... su Hijo.
¡Pero detente! : No hables, calla y mira...  Mira y contempla... es Ella: ¡La Morenita!  ¡La Reina de Sierra  Morena!  Ella, sale desde su santuario para "bañar" con su hermosura toda una sierra.
¡Calla! : No rompas  la divina magia del momento. Si te emocionas: llora, pero no hables. Detente y llénate de enamoramiento. Ella ha salido. ¡Ella! : tu Madre de la Cabeza, te busca; sale a tu encuentro; y lo hace con aire de fiesta; y lo hace, sólo, por y para ti. No te tengas, acompáñala hoy y siempre. ¡Siempre,  siempre!


Publicado en Diario JAÉN     5 -  4 – 2000

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