513 Peligros del tráfico en la
ciudad.
Reducir el número de atropellos en las ciudades ha de
ser una de las grandes aspiraciones de los ciudadanos y especialmente de la
Policía y del Área de Seguridad Ciudadana de las mismas.
Y ello ha de espolear a los responsables para poner en
marcha iniciativas para reducir la siniestralidad, fundamentalmente entre los
peatones y poniendo más atención en
aquellos que tienen alguna discapacidad.
Un plan debería de consistir en analizar de forma concienzuda todos los pasos de peatones y especialmente aquellos más peligrosos o en los que se produzcan más atropellos, con el fin de observar si presentan deficiencias cuya corrección podría contribuir a reducir el riesgo de que un viandante sea arrollado.
Un plan debería de consistir en analizar de forma concienzuda todos los pasos de peatones y especialmente aquellos más peligrosos o en los que se produzcan más atropellos, con el fin de observar si presentan deficiencias cuya corrección podría contribuir a reducir el riesgo de que un viandante sea arrollado.
Se debería de examinar:
·
Si el
punto está debidamente iluminado.
·
Si la
pintura en el asfalto es visible y correcta.
·
Si también
lo es la señal vertical.
·
Si hay
vehículos aparcados en las inmediaciones que dificultan la visión a los
conductores.
·
Si los
coches alcanzan velocidades elevadas cuando llegan a él.
Puesto que la mayor parte de los atropellos se producen
en los pasos de peatones, habrá que propiciar los pasos de peatones algo más elevados,
que son los más seguros y los que más contribuyen a reducir la velocidad de los
coches y a reducir las imprudencias y con ello la siniestralidad, sin embargo
su construcción está en el aire en muchas ciudades y en muchos de los lugares
que son totalmente necesarios.
La Policía Local o el Área de Seguridad de las
ciudades deberían también elaborar un informe exhaustivo sobre los posibles
fallos que pueden contribuir a que, en determinados lugares y no solo los pasos
de peatones, los accidentes se produzcan.
Es recomendable iluminar debidamente determinadas zonas
que a veces están totalmente a oscuras, e incluso cambiar bordillos, acerados o
la calzada para lograr que los conductores y peatones puedan tener las debidas
precauciones o para evitar peligros por deficiencias materiales.
A veces, por desgracia, para que esas modificaciones se
efectúen:
·
Tiene que
producirse un accidente.
·
O los
vecinos se tienen que echar a la calle para exigirlo.
También la Policía Local, debería de acudir a
distintas horas del día, a los lugares más peligrosos para colaborar, y ver in
situ, el comportamiento de los conductores y de los peatones, en función de la
intensidad del tráfico.
Ciertamente hay muchas ocasiones en que los atropellos
no son atribuibles a causas externas, sino al despiste o la negligencia de los
conductores o peatones que no respetan las normas del tráfico.
Se habla, cada vez con más frecuencia, de la necesidad urgente de implantar unas normas de tráfico para el peatón, ya que en ocasiones es, o puede ser, el infractor y el que ocasiona el accidente. Casos:
Se habla, cada vez con más frecuencia, de la necesidad urgente de implantar unas normas de tráfico para el peatón, ya que en ocasiones es, o puede ser, el infractor y el que ocasiona el accidente. Casos:
·
Cruzar
sin atención.
·
Volverse
en la vía al cruzar puede ocasionar un accidente grave.
·
Si el
ciudadano va corriendo puede, a veces, impedir los reflejos y la visión del
conductor.
·
A veces
el peatón no deja suficiente tiempo para que el conductor se dé cuenta y los
vea.
En todas estas medidas que hemos mencionado a lo largo
de este artículo hay que poner especial atención para la seguridad de:
ancianos, niños y toda persona con dificultades a la hora de caminar; pues es
frecuente encontrar vehículos que no respetan a las personas que por sus
dificultades tienen que ir más despacio o con más atención.
También en algunas ciudades
hay suelos escurridizos que propician las caídas a personas mayores o con
discapacidad principalmente en días de lluvia o cuando se circula algo más rápido.
Consideró muy oportuno que
hubiera una ITV también para carreteras, calles, pasos de peatones…. Porque en muchas
ocasiones los accidentes de tráfico no son causados por el mal estado de los
vehículos u otras causas, sino claramente por el mal estado de las carreteras,
de las calles y de las señales de tráfico. Y sí un accidente grave de tráfico
es originado por el mal estado de la carretera se debían de pedir las
correspondientes responsabilidades.
Publicada en “Cartas al Director, Tu voz en la red” Digital
23 de julio de 2016.