525. La escalada del noviazgo.

525.    La escalada del noviazgo.

En muchas ocasiones los noviazgos tienen poca estabilidad y poca profundidad, y debido a esto no se trata en ellos  los futuros temas importantes del matrimonio, dando esto lugar a que el hogar venidero se estructure sobre aguas pantanosas y situaciones borrascosas y tormentosas.
En muchas ocasiones  intereses ajenos y diversos, absorben y dejan en un segundo plano cuestiones prioritarias de ese futuro matrimonio.
En otras ocasiones el verdadero amor, elemento prioritario, está ausente y esta ausencia origina la falta de pilares sólidos.
Y en muchas ocasiones construimos el hogar sobre sentimientos pasajeros, sobre emociones, sobre la pasión amorosa, sobre fugacidades espontaneas, y no sobre el auténtico amor y sobre las virtudes y valores que lo hacen consistente.
La relación matrimonial exige tiempo, sacrificio, entrega, disponibilidad, capacidad de dar, apertura a la vida …
Cuando esta consistencia falta puede que pronto empiecen los problemas.
Y pronto comiencen a aparecer:
·        Las voces, las salidas de tono, los insultos, los reproches, las desconfianzas, los malos modos, las quejas.
Y si habitualmente:
·        Hay falta de cariño.
Si huye uno del otro para no discutir.
Si hay terquedad en los modales, aun en los más íntimos.
Si no se palpa la hermosa belleza de la cálida vida de hogar.
Si nuestros hijos se quejan habitualmente de nuestro mal rollo y están hartos de nosotros.
Si en el hogar nadie se entiende y todo es una guerra sin cuartel.
Hay que poner remedio efectivo.
Pues si no sabemos frenar estas situaciones, se llegará a convertir todo esto en un dramático caos que si no se soluciona acabaría con el maravilloso castillo matrimonial.
A estas situaciones difíciles hay que enfrentarse con valentía.
No vale tirar egoístamente todo por la borda a la primera, como muchos hacen y pretenden, y como muchas instituciones desgraciadamente fomentan.
Hay, y se pueden buscar soluciones.
En estos casos, los afectados, tienen que movilizarse, con dolor pero con optimismo, y buscar la ayuda de expertos, orientadores familiares que puedan buscar las soluciones adecuadas, sin derrotismos, pero ahondando en la realidad.
También los matrimonios deben de acostumbrarse, con honestidad y lealtad, a pedirse perdón entre ellos, cuando se haya metido la pata; para de esta manera limar muchas asperezas y evitar muchas rencillas.
Hay que buscar también una, fuerte y dinámica, empatía mutua que de cohesión a la vida matrimonial y ayude a buscar soluciones en momentos más críticos.
En estos tiempos, y momentos, hay que fomentar mucho la comprensión y el entendimiento entre los miembros de la familia huyendo de las actitudes dictatoriales y de la falta de acuerdos.
En muchas ocasiones si no damos el brazo a torcer podría faltar un proyecto común de familia y se llegaría a la ausencia total del diálogo.
Y para terminar, un consejo, buscar como modelo a Jesucristo: su vida, su amor, su verdad, su tierna dulzura, su trato amable, su mensaje, su ejemplo, su sentido del sacrificio, su humana sabiduría; su divinidad.

Publicada en DIARIO DE ÁVILA Digital   16 de agosto de 2017

Publicada en Diario JAÉN    18 de agosto de 2017