76 Defender el amor en
el hogar.
Para qué en un hogar allá auténtica armonía el matrimonio ha
de estar especialmente unido y ha de potenciar: primero el amor entre ellos; un
amor vivo y entusiasta que pueda servir de ejemplo y en el que se puedan fijar
ante todo sus hijos que disfrutaran con ese amor; después: la confianza, el
respeto, la comprensión, el cariño, la ternura, la amabilidad …
Sí un matrimonio no se respeta, pronto aparecerán los síntomas
del fracaso, pues las faltas de respeto pueden acabar pronto en violencia,
primero verbal y después incluso física.
Otro mal síntoma es la desconfianza, sí los esposos no confían
uno en el otro allí no puede construirse: el amor, ni el hogar, ni la familia.
Hay matrimonios que se casan con la amenaza de la desconfianza y posiblemente,
antes o después, acaben en ruptura.
Muy importante también es la comprensión; comprender los
defectos del otro, los fallos del otro e incluso si es posible el carácter del
otro; y en esta línea el otro ha de comprender que todo no se puede comprender
y las cuestiones graves han de eliminarse de su vida. Por ejemplo: si tu matas,
el otro no tiene porqué comprenderlo lógicamente ni tampoco aceptarlo.
De gran importancia son para todo matrimonio: el cariño, la delicadeza
y la ternura. Ellos son los bálsamos del amor, la sal de la convivencia, la luz
que prevalece incluso cuando: El desánimo, el dolor y las preocupaciones ahoguen
de forma inquietante nuestras vidas. Viene a pelo la queja de aquella monja
enferma cuando le preguntan cómo la trataban en el convento: “Aquí me tratan
con caridad pero mi madre me trataba con cariño”.
En otro orden de cosas tenemos: las voces en el hogar, ellas
son el cauce para que se propicien situaciones incómodas; las voces: quitan la
paz, crean mal ambiente y producen rupturas frecuentes que pueden acabar
definitivamente con la unidad familiar.
En el mismo sentido, otros inconvenientes son: Los malos modos,
los insultos, las peleas, las discusiones interminables, todo ello es tierra de
cultivo para desajustes emocionales, para fomentar unas diferencias que de
seguir así pueden llegar a ser inevitables.
En toda familia hay también terceras personas: amigos, padres,
madres, hermanos …. ellos pueden colaborar para la unión del matrimonio o
colaborar para crear más discordia: bien por su egoísmo, bien por interferir en
temas que no le corresponden, bien por realizar visitas: imprudentes o
reiterativas o incómodas.
De gran importancia es que el matrimonio este de acuerdo en
los fines de este sacramento o en otros casos de esta unión: número de hijos,
relaciones sexuales, creencias, educación de los hijos, economía, reparto de
tareas, trabajo de los esposos …
El respeto mutuo en materia de relaciones sexuales también es
muy importante, pues las desavenencias en este tema también pueden ocasionar trastornos
que incluso pueden llegar a ser graves.
Y para acabar quiere indicar que dejó en el tintero aspectos
importantes que trataremos en otras ocasiones. Y como finalización indicar la
trascendencia e importancia de estar bien formados, asistiendo incluso a cursos
de orientación familiar, para que el matrimonio funcione adecuadamente y se
pueda descubrir a través de él: la belleza y la hermosura del amor y la grandeza
del ser humano, a través de una de las realidades más trascendentes como es la
relación íntima: hombre y mujer, en el “sagrado” marco del matrimonio.
Publicada
en “Cartas al Director, Tu voz en la red” Digital 15 de abril de 2014
Publicado en Forumlibertas.com 23 de
abril de 2014