570 Clausura del Año de la Misericordia.
En estos días está
concluyendo, en todo el orbe católico, el “Año de la Misericordia”. El domingo
13 de noviembre lo hizo en Jaén, mi diócesis, y el domingo 20 de noviembre en
Roma, el día de Cristo Rey del Universo.
Allí lo hará el Papa Francisco con la
majestuosidad y espíritu de oración propia de los grandes acontecimientos
eclesiales.
Mi
propósito, por lo tanto, con este
artículo, reconstruido y diseñado con
datos recibidos del P. Edward Broom. OMV, es el de:
·
En estos días de clausura, dar a conocer, amar,
ensalzar y alabar la misericordia de Nuestro Señor y Salvador
Jesucristo.
María Magdalena, Simón
Pedro, la mujer del pozo de Sicar, la
mujer sorprendida en adulterio, el pequeño Zaqueo y el buen ladrón.
Estos personajes evangélicos
tienen en común el haberse acercado a Dios para acogerse a su misericordia:
·
Todos, eran pecadores y estaban hundidos en el fango
del pecado y de la impiedad; pero todos, cuando les llego el momento acuden con
infinita confianza a la misericordia de Dios
De todas las fiestas
católicas, la Pascua es la fiesta más sublime y más gloriosa. Dado su carácter
tan sublime, el día de Pascua no se celebra en un solo día, sino que se celebra
durante ocho días consecutivos, es lo que se llama la Octava de Pascua; y el
octavo día se celebra el segundo Domingo de Pascua con una nueva Solemnidad
instituida por el Santo Papa Juan Pablo II en el año 2000. Ese mismo día en el
año 2000, se llevó acabo la primera canonización del nuevo milenio. El Santo
Padre canonizó, para inaugurar el milenio, a santa Faustina Kowlaska:
·
"La secretaria y apóstol de la Divina
Misericordia".
Siguiendo al salmista, podemos
cantar con gozo:
·
“Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es
eterna su misericordia.”
El Santo Papa Juan Pablo II
y Santa Faustina Kowalska concuerdan en que el atributo más grande de Dios es
su misericordia.
Siendo así, debemos
esforzarnos seriamente por conocer qué es la misericordia, debemos meditar la
misericordia de Dios, debemos permitir que esta misericordia llene nuestros
corazones y:
·
Debemos vivir el Evangelio de la misericordia.
Debemos vivir la
misericordia en este mundo actual tan lleno tristemente de ira, resentimientos,
odios y deseos de venganza.
El deseo más ardiente de
Jesús, que como llama consume su Sagrado Corazón, es derramar sobre todos, el
tesoro de su infinita misericordia. La infinita misericordia de Dios
es: como un abismo infinito, como un océano insondable, como granos de arena en
la orilla del mar, como estrellas que adornan el cielo.
La palabra misericordia
tiene su origen en dos palabras del latín. ''Miseria'' significa
miseria, miseria moral, y ''cordia'' que
significa corazón.
El corazón misericordioso de
Dios se encuentra con el pecador y amorosamente le perdona.
El mejor ejemplo esta en la
parábola del Hijo Pródigo, o también llamada parábola del Padre Misericordioso.
La miseria moral del hombre
es grande, pero el corazón amoroso y misericordioso de Dios es aún más
grande. Como nos recuerda san Pablo:
·
"Donde abunda el
pecado, sobreabunda la misericordia de Dios."
Y el salmista nos enseña:
·
"Dios
es lento a la ira y rico en bondad. "
El Papa Francisco recordando
esta verdad, predica sobre la clemencia diciendo:
·
“Dios nunca se cansa de perdonarnos, su misericordia
es infinita.”
Por lo tanto, y para terminar, adelante con este
atractivo y vital mensaje. Acogiéndonos a la misericordia alcanzaremos la meta
y recibiremos el abrazo de Dios.
Publicada en DIARIO DE ÁVILA
Digital 18 de noviembre de 2016
Publicada en “Cartas al
Director, Tu voz en la red” Digital
2 de
diciembre de 2016