Artículo 

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 PASIÓN POR LA VIDA
 Luci: El esplendor de una luz

Con emoción, con la certeza de asistir a un acontecimiento, con el convencimiento de que aquello era realmente novedoso asistí a la inauguración de un monumento.

No era un monumento cualquiera, era un monumento excepcionalmente importante, porque era un monumento a la vida. Era un monumento a Luci, una comadrona que apasionada de la vida, amante incondicional de la luz esplendida de ese sagrado don, dedicó su vida a que 40.000 niños  pudieran  --a través de sus manos-- llegar a nacer. Y eso que ya es mucho, lo es más en este caso, en el que esta mujer volcaba todos sus dones para que esas vidas recibieran: el cariño, el calor, la ternura y el amor.
Luci había recibido de Dios el carisma para propiciar la maravilla de la vida y para que el efluvio delicado y tierno de cada nacimiento fuera en sus manos una dicha aún más especial.

Es por ello por lo que no podía aceptar el aborto, que  --para Ella-- era un crimen, por destruir la fecunda semilla de un nuevo ser.

Linares entre sus monumentos emblemáticos a Manolete, a Andrés Segovia, al  minero, al tranvía ..... ha  colocado este : a la mujer, a la madre , a  la trabajadora .... y lo ha colocado en un bello jardín. Un jardín, que muy bien  --desde ahora-- podría ser el maravilloso y esplendido jardín de la vida: de la vida que tan generosamente Luci, la comadrona de Linares, ha entregado al mundo


Publicado en LINARES. IGLESIA  el   15 -  5  - 1998

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