213        Un hermano misionero

Rvdo Padre Miguel Jesús en Madagascar
Para toda la familia es un orgullo el tener un misionero entre nosotros. El Padre Miguel Jesús Gutiérrez Amaro nació en Andújar el 24 de diciembre de 1956, hace ya cerca de 50 años. De pequeño era un niño revoltoso e inquieto, un tanto nervioso. Mis padres desde la niñez le inculcaron -como a todos los hermanos- unos principios cristianos. El ejemplo extraordinario de mis padres y la vivencia espiritual con los Padres Paules del Seminario de Andújar hicieron posible que aquel niño inquieto se hiciera sacerdote. Fue ordenado sacerdote en Valencia, en noviembre de 1982 por su Santidad Juan Pablo II. Un hecho que nos lleno a todos de emoción. El, desde que se hizo sacerdote, manifestó que quería ser misionero. Y así fue, en 1984 se fue a Madagascar para dedicarse en cuerpo y alma al servicio de todo ser humano y para enseñar con constancia y valentía el mensaje de Jesucristo. Allí lleva más de 20 años siendo sembrador de paz y de alegría. Sembrador de la semilla del espíritu. Sembrador de la buena noticia. Sembrador incansable de un mensaje y de unas vivencias de incalculable valor para aquellas gentes pobres,  humildes y sencillas. Andújar se puede sentir orgulloso de tener este hijo que ha cruzado el mundo en busca de personas que necesitan más que nosotros el pan material: alimento para el cuerpo y el pan espiritual de la doctrina del Señor Jesús. En estos tiempos, en los que buscamos tanto el placer y la comodidad, el ejemplo de Miguel Jesús es el ejemplo de la valentía de muchas personas que se olvidan de sí para entregarse a los demás. Esta vivencias de personas cercanas nos llenan de esperanza; de esperanza en que un mundo mejor es posible si todos nos dedicamos a hacer el bien olvidando tantos egoísmos que nos aprisionan y nos inutilizan. Gracias Miguel Jesús, para todos eres un testimonio vivo de la perenne juventud de la Iglesia de Jesucristo


Publicada en el diario Jaén el día 29 de abril de 2006


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