342 Todo menos la alegría
Muchos de nosotros lo tenemos
todo menos la alegría y eso es precisamente lo que muchas veces les sobra a las
personas de países del tercer mundo. Ellos quizás no tengan apenas nada: ni
zapatos, ni cama, ni agua corriente, ni electricidad, ni medicinas, ni cultura…
Pero siempre, o en muchos casos, no les falta una sonrisa para regalarla a los
demás, cosa que nosotros no tenemos.
Son felices con poco o con nada.
Por eso hay una tendencia en alza que es que las grandes firmas comerciales, el
60%, dos de cada tres empresas de más de 500 empleados en España han puesto en
marcha programas de voluntariado.
En Estados Unidos se realiza
en casi todas las compañías. El altruismo intrínseco, la solidaridad, la
voluntad de ayudar, es una acción buena que por otro lado mejora la imagen de
la firma, además los voluntarios están encantados, y humana y espiritualmente
se siente mejor.
En las empresas se habla de
vacaciones solidarias. Un ejemplo la empresa CLH del Ingeniero Buendía organiza
un programa llamado: “Movemos nuestra energía más solidaria”. Cuando explicaron
en mi empresa un proyecto de colaboración con comunidades indígenas de Ecuador
para montar una red de turismo de selva me pareció importante y me apunte.
Descubrí una forma de vida totalmente distinta y me di cuenta de que se puede
vivir sin necesidad de: móvil, internet y muchas otras comodidades y además se
convive con los indígenas, se les enseña y se aprende de ellos.
Educar a jóvenes con deficiencias
en un suburbio de Nairobi en Kenia ayudando a unas monjas que lo hacen
habitualmente. Dotar de agua a comunidades rurales en Perú. Son otras
experiencias alentadoras y muy especiales en las que hemos participado.
El Bilbaíno Asíer Marquina de
37 años, coordinador del voluntariado de Arcelor Mittal, una empresa gigante
con 230.000 trabajadores, dice que el contacto con otras culturas es una de las
experiencias más importante de su vida, a todos nos hace replantearnos nuestras
prioridades y comprobar la superficialidad en la que vivimos.
La fundación telefónica en
Colombia promueve un proyecto para erradicar el trabajo infantil y consiste en
enseñarles cosas básicas a los niños, pues provienen: de familias desestructuradas
con padres o madres en las cárceles, de niños de la calle: sin hogar, sin
familia, sin cariño… La ayuda a los niños es especialmente gratificante. Tienen
carencias pero siempre tienen para todos: una sonrisa, un gesto amable, un
gesto de cariño.
Publicada en “Cartas al Director, Tu voz en la red” Digital 10 de julio de
2014
Publicada en Diario JAÉN
10 de julio de 2014
Publicado en Forumlibertas.com 11 de julio de 2014