511 Van Gogh, el brillo de lo santo en el arte.

511   Van Gogh, el brillo de lo santo en el arte.

Los verdaderos artistas, aquellos que buscan el nexo fuerte entre su vida y su arte, siempre acaban dejando reflejos de su alma en sus obras.
Sin duda este es el caso de Vincent Van Gogh.
Van Gogh, hijo de un pastor protestante, fue un fiel devoto; y movido por su gran fervor religioso, en su juventud, estudió teología y llegó a ser misionero en la región de Mons, en Bélgica; en una región conocida por sus minas. Allí conoció la gran dureza a la que eran expuestos los trabajadores y la enorme miseria en que vivían.
En una de sus cartas a su hermano Theo, le dice:
·        “Tú sabes bien que una de las raíces o verdades fundamentales del Evangelio, y de toda la Biblia, es:
“La luz que brilla en las tinieblas”.
Y ¿Quiénes son los que tienen necesidad de ello, quiénes son los que sabrán escuchar?:
La experiencia ha mostrado que los que trabajan en las tinieblas, en el corazón de la tierra, como los mineros en las minas de carbón, quedan fuertemente impresionados por la palabra del Evangelio y le prestan fe”.
Van Gogh vivió estos años, con aquella gente, en absoluta pobreza, repartiendo lo poco que tenía entre los más necesitados, hasta el punto de poner en peligro su vida y su salud.
En esos años de misión, la manera impetuosa y vehemente de sufrir con los que sufren, compartiendo hasta el extremo sus vidas, puede servirnos como muestra de lo que implica la verdadera misericordia.
La palabra misericordia proviene del latín:
·        Mísere (miseria, necesidad).
·        Cor-cordis (corazón).
·        E ia (hacía los demás).
Es decir, dolerse de corazón con aquellos que sufren o padecen necesidad, sentir en el propio corazón la miseria ajena.
Las condiciones de vida tan duras a las que se sometió causaron verdaderos estragos en la salud de Van Gogh, quien, terminó por abandonar la misión que tanto le afectaba física y psicológicamente.
Tras un periodo de tristeza por no haber logrado sus aspiraciones de seguir al Señor siendo pastor y misionero, con 27 años descubrió que su nueva misión sería la de llevar la misericordia de Dios y colaborar en la redención de la humanidad, a través del arte.
¡Qué importante es descubrir la profundidad del alma de estos personajes excepcionales ¡Y de Van Gogh, su vida y su arte, podemos preguntarnos: ¿Qué tiene que ver con ello Los Girasoles?
·        Los santos se representan por un halo, iluminado por la luz esplendorosa que proviene de Dios; y que a su vez, este halo, es luminaria para el mundo.
El propio Jesucristo dijo:
“Yo soy la luz del mundo: el que me sigue, no andará entre tinieblas”.
·        Por tanto, en Van Gogh no debe sorprendernos que la luz y el sol sean unas constantes en sus pinturas. Esta luz, tan significativa, representada a través del color amarillo, es una señal de identidad de sus cuadros.
¿Por qué su insistencia con los girasoles?:
·        Era costumbre en los religiosos holandeses tener láminas que se referían a pasajes de la Biblia, y era bien conocida también la simbología del girasol:
“Una flor que según avanza el día va buscando siempre la dirección del sol, para así absorber plenamente sus rayos”.
¡Qué mejor y más bello simbolismo del ideal de la vida cristiana!
El hombre buscando constantemente e insistentemente a Dios.
Tal y como hizo el mismo Van Gogh a lo largo de toda su genial, abnegada, generosa y peculiar existencia. ¡Aprendamos de él!
Fuente: Víctor Fernández de Moya

Publicada en “Cartas al Director, Tu voz en la red” Digital 
22 de julio de 2016.