169 S. Sebastián
y S. Agustín, la disyuntiva de
dos patronos
En Linares hay una
peculiar circunstancia quizás desconocida para muchos Linarenses y es la existencia de dos patronos: Uno el oficial y otro el que
realmente se celebra. Estos dos patronos son San Sebastián y San Agustín.
Quizás convendría que el cronista de la ciudad o la persona adecuada a este
fin estudiara el caso y colocara a cada
uno en su lugar. Sería conveniente también que si es San Agustín el patrón que
se celebra reciba de las autoridades pertinentes el título oficial de patrón de la ciudad.
Santa Misa, con presencia de las autoridades, en honor de san Agustín en la feria que lleva su nombre |
San Agustín y su feria
son un ejemplo de cómo el santo y venerado patrón está vivo en la vida de toda
la ciudad. La feria ha llevado el nombre de Linares a todos los lugares: sus
corridas de toros, sus actuaciones musicales, sus tarantas, su filosofía grata
y atractiva de la fiesta han hecho de la feria de san Agustín un ejemplo que
puede llenar de orgullo a todos los Linarenses.
A continuación voy a
desarrollar brevemente la biografía de
estos dos Santos, para hacerles a ellos el homenaje que le corresponde y para
dar a conocer a Linares la vida de estos Santos personajes que formaron y forman
parte de nuestra milenaria y enriquecedora historia.
San Sebastián, vivió en el siglo III. Según la tradición, fue
un capitán cristiano de la guardia pretoriana que logró en secreto muchas
conversiones. Cuando el emperador romano Diocleciano conoció su fe, ordenó que
lo mataran a flechazos. Sin embargo, no murió y una viuda cristiana llamada
Irene lo recogió y curó sus heridas. Cuando se hubo recuperado, Sebastián
volvió ante el emperador y lo denunció por su crueldad. Entonces Diocleciano
mandó que lo matasen a golpes. El primer martirio de San Sebastián fue uno de
los temas favoritos del arte renacentista; con frecuencia aparece en los
cuadros con el pecho asaeteado y sangrante. Se invocaba la ayuda del santo
contra la peste. Su festividad se celebra el 20 de enero.
San Agustín de Hipona fue el más grande de los Padres de
la Iglesia y uno de los más eminentes Doctores de la Iglesia occidental.
Agustín nació el 13 de noviembre del año 354 en Tagaste, Numidia (hoy Souk-Ahras, Argelia). Su padre, Patricio (fallecido hacia el año 371), era un pagano (más tarde convertido al cristianismo), pero su madre, Mónica, era una devota cristiana que dedicó toda su vida a la conversión de su hijo, siendo canonizada por la Iglesia católica romana. Agustín se educó como retórico en las ciudades norteafricanas de Tagaste, Madaura y Cartago. Entre los 15 y los 30 años vivió con una mujer cartaginesa cuyo nombre se desconoce, con la que tuvo un hijo en el año 372 al que llamaron Adeodatus, que en latín significa regalo de Dios.
Agustín nació el 13 de noviembre del año 354 en Tagaste, Numidia (hoy Souk-Ahras, Argelia). Su padre, Patricio (fallecido hacia el año 371), era un pagano (más tarde convertido al cristianismo), pero su madre, Mónica, era una devota cristiana que dedicó toda su vida a la conversión de su hijo, siendo canonizada por la Iglesia católica romana. Agustín se educó como retórico en las ciudades norteafricanas de Tagaste, Madaura y Cartago. Entre los 15 y los 30 años vivió con una mujer cartaginesa cuyo nombre se desconoce, con la que tuvo un hijo en el año 372 al que llamaron Adeodatus, que en latín significa regalo de Dios.
Inspirado
por el tratado filosófico Hortensius,
del orador y estadista romano Cicerón, Agustín se convirtió en un ardiente
buscador de la verdad, estudiando varias corrientes filosóficas antes de
ingresar en el seno de la Iglesia. Durante nueve años, del año 373 al 382, se
adhirió al maniqueísmo, filosofía dualista de Persia muy extendida en aquella
época por el Imperio Romano de Occidente. Con su principio fundamental de
conflicto entre el bien y el mal, el maniqueísmo le pareció a Agustín una doctrina
que podía corresponder a la experiencia y proporcionar las hipótesis más
adecuadas sobre las que construir un sistema filosófico y ético. Además, su
código moral no era muy estricto; Agustín recordaría posteriormente en sus Confesiones: "Concédeme castidad y
continencia, pero no ahora mismo". Desilusionado por la imposibilidad de
reconciliar ciertos principios maniqueístas contradictorios, Agustín abandonó
esta doctrina y dirigió su atención hacia el escepticismo.
Una feria de prestigio con renombre, arte y maestría |
Obispo y
teólogo
Agustín
regresó al norte de África y fue ordenado sacerdote el año 391, y consagrado
obispo de Hipona (ahora Annaba, Argelia) en el 395, cargo que ocuparía hasta su
muerte. Fue un periodo de gran agitación política y teológica, ya que mientras
los bárbaros amenazaban el Imperio llegando a saquear Roma en el 410, el cisma
y la herejía amenazaban también la unidad de la Iglesia. Agustín emprendió con
entusiasmo la batalla teológica.
Agustín
murió en Hipona el 28 de agosto del año 430.
Obras
La
importancia de san Agustín entre los padres y doctores de la Iglesia es
comparable a la de san Pablo entre los apóstoles. Como escritor, fue prolífico,
convincente y un brillante estilista. Su obra más conocida es su autobiografía Confesiones (400?), donde narra sus
primeros años y su conversión. En su gran apología cristiana La ciudad de Dios (413-426), Agustín
formuló una filosofía teológica de la historia.
Publicado en Diario JAÉN
28 - 8 – 2000
En el
extraordinario de la feria de Linares
.