124 Un Vientre de Alquiler salva un Síndrome de
Down.
Sucede entre Australia y Tailandia. Hace unos días me contaron un hecho
que pone en evidencia que la lucha entre la vida y la muerte se entrelaza y que
el aborto nos invade, y principalmente lo hace en los casos en que hay
malformaciones físicas en el feto.. Ya se ve que en este terreno no se quiere
dejar a Dios “actuar” y cada uno se cree “creador y dueño” de la vida.
El suceso, es el siguiente: Una pareja de australianos quieren tener un
hijo pero no pueden y entonces deciden practicar lo que se denomina: “Vientre
de alquiler”. Viajan a Tailandia y allí les presentan a Pattaramon Chanbua,
ella trabaja en una cocina,
esto según el canal australiano ABC, a unos 90 kilómetros al sur de Bangkok. Ella es madre de dos niños de seis y
tres años y tiene muchas deudas. Cuando un mediador le ofreció 10.000 euros por
dar a luz a un bebe, dijo sí.
La intervención se lleva a la
práctica y todo parece ir bien, pero al hacer la primera ecografía se comprueba
que en el vientre tiene dos gemelas: Dos niñas, y que además una de ellas
tiene síndrome de down.
Entonces los padres australianos
deciden sin dudarlo que aborte y así lo comunican a la que actuaba con su
vientre de alquiler; ellos decididamente no quieren a la niña enferma; pero la
tailandesa Pattaramon no quiere
abortar, ella quiere dar a luz a las criaturas.
Hay que decir que cuando se ama se acepta el dolor que ese amor conlleva;
y cuando no se ama se huye despavoridamente de él.
La pareja de australianos, parece ser que, querían un hijo a su medida:
saludable, guapo, con buen tipo, inteligente… Pero la realidad de la vida
discurre por otros cauces inesperados a veces. Ni lo aparentemente bueno es tan
bueno; ni lo aparentemente malo tampoco es tan malo. Si dejamos elegir a Dios
la cuestión resulta algo más fácil, pues es el resultado de aceptar
incondicionalmente lo que Dios nos envía. La vida es un Don exclusivo de
Dios y nosotros siempre somos colaboradores no creadores. Por lo tanto
cuando elegimos nosotros, ponemos en juego: nuestro egoísmo, nuestra comodidad,
nuestro placer. … Y dejamos a un lado la vida y su grandeza.
Al final hay un acuerdo: “La pareja de australianos se quedan con la niña
sana y la mujer tailandesa con la niña enferma”. Y me pregunto: ¿no le daría
pena a esos padres australianos dejar a miles de kilómetros y para siempre a su
hija por el solo hecho de que está enferma? Y cómo estas cosas siempre acaban
conociéndose ¿Cómo explicarían estos padres a su hija, cuando ésta creciera, lo
sucedido?
Mal camino sigue este mundo afincado en: el egoísmo, la violencia y la
muerte… y todo esto aún con sus propios hijos. Sólo pensar este sucedido da
tristeza y así de esta manera lo expresa también
incluso el jefe de gobierno australiano cuando conoció esta situación. Tony
Abbott, se manifestó sobre el asunto y dijo escuetamente. "Es una historia
muy triste".
Publicada en “Cartas al Director,
Tu voz en la red” Digital 4 de agosto de 2014
Publicado en Forumlibertas.com 7 de agosto de 2014
Publicada
en DIARIO DE AVILA Digital 4 de agosto de
2014