344 Dónde vas, Alfonso XII.

344   Dónde vas, Alfonso XII.

Me produce tristeza el que en algunas cuestiones prioritarias los Reyes de España hayan optado por el abandono de los signos y de los símbolos cristianos, pues en mi opinión la gran mayoría de los que aún creen y defienden la monarquía son católicos y les hubiera gustado ver sus signos, sus símbolos y sus prácticas religiosas en las vidas de los nuevos monarcas.
No nos podemos olvidar de gran parte de la historia de España, no nos podemos olvidar tampoco de que la mayoría de los monumentos españoles más emblemáticos tienen un carácter predominantemente religioso, no nos podemos olvidar de que el 90 por ciento de las tradiciones y de las costumbres de las ciudades y de los pueblos de España son cristianas. Tampoco nos podemos olvidar de que los patronos y patronas de: nuestros municipios, de nuestras ciudades, de nuestros pueblos, de nuestras aldeas son o bien la Virgen o muchos de los Santos del santoral católico.
Aun menos nos podemos olvidar de la sangre derramada por muchos católicos, a lo largo de la historia, para defender a Dios, a España y al Rey. No nos podemos olvidar de las Romerías que se extienden a lo largo y ancho de la geografía española; en cada rincón, en cada pueblo, en cada región, en cada comarca; en todas existe una devoción por la que los ciudadanos sienten fe y a la que frecuentemente se acercan con cariño y amor y más aún en los momentos difíciles. Y las grandes fiestas de nuestras ciudades son en honor de un Santo, de una Santa, de Cristo o de la Virgen.
No creo exagerar si digo que aún muchos agnósticos en España tienen sus devociones y las viven con autentico fervor, y tampoco creo exagerar si digo también que las tienen hasta algunos de los mismos ateos. En muchos casos nos hemos encontrado ateos y agnósticos participando muy directamente: en cultos, en procesiones y en actos litúrgicos relacionados con la religión católica.
¿Y qué decir de las procesiones de Semana Santa que jalonan todo el panorama de nuestra geografía española? Estas celebraciones en muchos casos son la vida de las ciudades en todo el año; muchos esperan deseosos su llegada y en el momento en el que se celebran las ciudades se: transforman, vibran y se entusiasman, y las viven con emoción, con recogimiento; y en muchos casos con una fe viva y operativa.
De muchas de estas Hermandades, Majestades, Ustedes mismos son Hermanos Mayores Honoríficos.
Por favor queridos Monarcas del Reino de España: no olviden sus raíces, no olviden sus tradiciones; no olviden que queramos o no la Cruz de Cristo preside nuestras vidas y que el Evangelio y la Biblia son "nuestro manual de ruta".
¿Dónde vas, Alfonso XII, / dónde vas triste de ti? …. Esta cancioncilla no fue nueva ni inventada para la ocasión sino que fue un arreglo literario de un romance español del ciclo de los romances de amor y guerra. El romance narra la historia de un caballero que se fue a la guerra de Granada, entre “Moros y Cristianos”, y al volver descubrió que su esposa había muerto. Los primeros versos dicen así: « ¿Dónde vas, buen caballero, / dónde vas tú por ahí? Voy en busca de mi esposa / que hace años no la vi ».

Publicada en “Cartas al Director, Tu voz en la red” Digital 13 de julio de 2014

Publicado en Forumlibertas.com   15 de julio de 2014    

Publicada en Diario JAÉN  15 de julio de 2014

Publicado en La Nueva EspañaPrensa Asturiana. Digital. 14 de julio de 2014