451 Hijos
malcriados.
Se debate con
frecuencia si criar y educar a niños, y más en estos tiempos, es uno de los
mayores desafíos a los que nos podemos enfrentar. Nos equivocaremos, en ese
cometido, muchas veces, pero aprenderemos rectificando una y otra vez.
El insistir
será agotador, y desalentador en muchas ocasiones, pero necesario. Nos daremos
cuenta de que no lo estamos haciendo bien y buscaremos ayuda. Detectaremos qué
es lo que falla y buscaremos nuevas soluciones.
Tendremos que
procurar que las rectificaciones no se retrasen tanto que ya no sean útiles. En
ocasiones tardamos tanto en darnos cuenta de los problemas con los hijos o en
nuestra labor educativa que ya no hay solución o la solución causa un efecto
mínimo, dado el retraso.
Uno de los indicadores es saber si estamos malcriando o maleducando a nuestros hijos o educandos; y es fácil que pueda ser así dadas las características de nuestra época en lo referente a la educación de los niños y de los jóvenes.
Uno de los indicadores es saber si estamos malcriando o maleducando a nuestros hijos o educandos; y es fácil que pueda ser así dadas las características de nuestra época en lo referente a la educación de los niños y de los jóvenes.
Hoy es
frecuente encontrar niños caprichosos, niños a los que le faltan hábitos de
conducta, a los que le falta constancia en sus tareas diarias, y les sobran, muchas
veces, multitud de cosas innecesarias.
El que los
niños tengan muchas cosas puede ser incluso un escándalo social que además a lo
largo de su vida les perjudicará. Además, con las carencias que hay en el mundo,
educarlos en la opulencia es un pecado incluso grave si se analizan las
circunstancias. Es preferible que vivan con alguna necesidad antes que sobrados
de todo.
Por otro lado
los niños y los jóvenes tienen que saber valorar lo que tienen y que obtenerlo
requiere esfuerzo, y que además hay muchos niños y jóvenes como ellos que no
tienen nada.
También es
importante que aprendan a compartir y de esta manera fomenten la generosidad y
la solidaridad.
En estos temas
tanto la familia como el colegio ocupan un lugar de preferencia. Si ni la
familia ni el colegio colaboran para esta labor educativa, el niño o el joven
acabara siendo un egoísta, aislado de los demás y hundido en su propia
desgracia, y además con muchas dificultades para la comunicación, para la
amistad con los demás, para la relación con sus compañeros de trabajo en el
futuro y para disfrutar de la grandeza de la vida social.
Aquí tienes algunas
señales que indican si tus hijos o educandos están malcriados:
·
Los berrinches son frecuentes y sin motivo.
·
Nunca está satisfecho con nada.
·
No agradece nada.
·
No ayuda en casa.
·
Es un egoísta perezoso.
·
Intenta controlar a los adultos.
·
Te avergüenza de forma frecuente en público.
·
No comparte lo suyo con nadie, ni compañeros, ni
amigos, ni en familia.
·
Tienes que rogarle insistentemente, tanto para
que se comporte adecuadamente como para que haga pequeños servicios.
·
Te ignora frecuentemente, con lo cual te deja
derrotado y deprimido.
·
No sabe jugar sin sus padres.
·
Él tiene que ser el centro de todo y si no lo es:
monta el gran espectáculo o te Interrumpe continuamente.
·
Tienes que sobornarlo para que haga sus cosas
o para que se porte bien.
Todos estos
indicadores son más frecuentes, y así lo muestran las estadísticas:
·
En niños que son hijos únicos.
·
En niños que están demasiado protegidos por la familia o por su entorno.
·
Y en algunos casos por niños que por el contrario reciben poca atención y
con estas actitudes buscan llamar esa atención que necesitan.
Ser padres o
educadores no es fácil y requiere una preparación, preparación que en la
mayoría de los casos no se tiene. Por otro lado, como ya hemos dicho, la atención a los hijos requiere un tiempo,
requiere paciencia, requiere una adaptación para que nuestra misión le resulte
atractiva al niño; no siempre cualquier cosa o cualquier consejo o cualquier
entretenimiento vale.
Trabajo
realizado con datos obtenidos de Tais Pérez
en http://taispd.com/blog/
Publicada en “Cartas al Director,
Tu voz en la red” Digital 31 enero de
2016
Publicado
en Diario de Córdoba. Digital 2 febrero 2016
Publicada
en Diario JAÉN 25 de febrero 2016