394 ¿Te
apuntas? y luchamos contra la pobreza
Con la web de Manos Unidas y la buena intención mía de hacer un
mundo mejor; más justo, más rico en autenticidad y más rico en generosidad, hemos
elaborado este artículo con todo el cariño.
Un cariño que quiero poner en todo para que el mismo
conmigo siempre colabore y empuje robusteciendo en mi la capacidad para el
amor.
Vivimos en un mundo en el
que la indiferencia se ha globalizado.
Para transformarlo,
debemos recuperar, desde la justicia y la caridad, el significado más profundo
de la solidaridad expresado en la exhortación Evangelii Gaudium, del papa
Francisco.
En 2015 se inicia la 56 Campaña.
56 años de trabajo y esfuerza, pero a la vez de logros y de importantes
objetivos cumplidos que nos llenan de esperanza, pues descubrimos que el bien
está a nuestro alcance.
Este año el lema es:
“Luchamos contra la pobreza, ¿te apuntas?”.
Queremos trabajar en favor
de un modelo de sociedad que no excluya a los débiles, los más empobrecidos,
los menos dotados.
Por eso, nuestros esfuerzos
se dirigen a acompañar a los pobres entre los pobres.
Nos proponemos, además,
denunciar las causas de la pobreza, colaborando con la puesta en marcha de
acciones concretas para acabar con ella.
Manos Unidas es la Asociación de la Iglesia
Católica en España para la ayuda, promoción y desarrollo del Tercer Mundo.
Es, a su
vez, una Organización No Gubernamental para el Desarrollo, (ONGD), de
voluntarios, católicos y seglares.
Tanto la sede de los
Servicios Centrales como la de las 70 delegaciones de Manos Unidas están
ubicadas en España.
Nuestra Misión es:
Luchar contra
el hambre, la deficiente nutrición, la miseria, la enfermedad, el subdesarrollo
y la falta de instrucción.
Y
trabajar para erradicar las causas estructurales que las producen:
La
injusticia, el desigual reparto de los bienes y las oportunidades entre las
personas y los pueblos, la ignorancia, los prejuicios, la insolidaridad, la
indiferencia y la crisis de valores humanos y cristianos.
Nuestra
fundamento:
Es el
Evangelio y la Doctrina social de la Iglesia, es que cada persona, hombre y
mujer, en virtud de su dignidad e igualdad fundamental, sea capaz de ser, por
sí mismo, agente responsable de su mejora material, de su progreso moral y de
su desarrollo espiritual, y goce de una vida digna.
La
cultura que orienta nuestra organización y la gestión de los recursos está
conformada por los siguientes valores:
Valores finales:
o
La dignidad de la persona, eje y fundamento de todo
proyecto social, económico, político y cultural.
o
El destino universal de los bienes, orientados a
garantizar condiciones de vida digna para todos.
o
El bien común, que se considera alcanzado cuando los
derechos humanos son garantizados, respetados y promovidos.
o
La Solidaridad, como determinación firme de trabajar
por la justicia, de manera organizada y perseverante, por la vida digna de las
personas más empobrecidas de la tierra, en África, Asia y América.
o
La subsidiariedad, no imponiendo nuestro modo de ver y
hacer las cosas, sino respondiendo a demandas de las mujeres y hombres de los
pueblos del Sur y compartiendo con ellos la responsabilidad de su propio
desarrollo.
Valores instrumentales:
ü
El voluntariado como cultura del servicio y la
gratuidad, como alternativa a la competitividad y el economicismo, en orden a
la transformación más justa y solidaria de la sociedad. El
voluntario asume las responsabilidades de los órganos de gobierno, dirección y
gestión.
ü
La austeridad en los gastos y en el consumo, orientada
al compartir y al desarrollo de estilos de vida sostenible, respetuosos con el
medio ambiente.
ü
La cultura de la paz, construida sobre el diálogo, la
reconciliación, la amistad y el respeto por la vida, no colaborando en ningún
caso con acciones bélicas, partidistas o que impliquen violencia al ser humano
o a la naturaleza.
ü
La cooperación y la coordinación con otras
organizaciones del Sur para atender las solicitudes de todas las personas en
situación de exclusión, sin distinción de sexo, raza, país o religión. La
independencia de actuación en la elección de campañas de sensibilización y en
el apoyo a proyectos de desarrollo.
ü
La calidad y la profesionalidad en todas sus
actividades.
ü
La transparencia en la captación, gestión y
administración de los recursos, en orden a una mayor independencia económica.
Todos estos datos obtenidos
de la web de Manos Unidas me parecen una síntesis extraordinaria de la grandeza
de la solidaridad. Se ve claramente que el mensaje de Jesucristo está inmerso
en estas palabras y en la labor de Manos Unidas.
Últimamente se habla mucho
de la relación existente entre los ingresos de una ONG y lo que se dedica a
solidaridad; y se ha descubierto que en muchas de ellas muchos millones de
euros se quedan en el camino, no se sabe dónde; dadas estas circunstancias no
sólo es bueno colaborar, sino saber dónde se colabora y donde realmente se usan
los recursos con el fin deseado y no se despilfarran, o gastan inútilmente. Por
lo tanto colaboremos, pero poniendo la cabeza y el corazón, la inteligencia y
el amor.
Publicada en “Cartas al Director,
Tu voz en la red” Digital 8 febrero de 2015
Publicada
en DIARIO DE AVILA Digital 9 febrero de 2015
Publicada
en Diario JAÉN 12 febrero de 2015