266 Siria,
un millón de niños refugiados
Las guerras siempre traen
consecuencias terribles para todos, pero especialmente para las personas
mayores, los enfermos y los niños. Lo que sucede actualmente en Siria nos debe
hacer un poco reflexionar sobre cuál es nuestra actitud ante los problemas del
mundo. Actualmente hay focos muy importantes de guerra y muchas personas a diario
que mueren y sufren por estas circunstancias. ¿Y nosotros qué hacemos? Es
cierto que no siempre podemos hacer, pero en otras ocasiones: nuestro
testimonio, nuestra oración, nuestra aportación: quizás económica o quizás
técnica o humanitaria, puede aportar mucho para evitar una catástrofe o para
que la reconstrucción sea lo más rápida y menos traumática para todos. Da pena
pensar en el terrible sufrimiento de tantos y tantos en Siria y en Egipto,
actualmente. Una muerte tras otra, un sufrimiento tras otro, una destrucción tras otra y todo quizás evitable. A veces uno solo
no pude hacer nada, pero cien personas ya quizá sí, y mil más aún y con un
millón quizás ya se pueda resolver el problema. Sí ponemos nuestro talento al
servicio de la verdad del bien y de la paz muchas cosas se podrán solucionar.
En estos países en guerra: ¿cuantos
años se necesitan después para reconstruir el país?, para mejorar la situación
económica, para que los seres humanos vivos olviden las atrocidades que han
vivido y a las personas que han perdido; son años y años: de penumbra y
desolación, de tristeza, de miedo y angustia.
¿Y estos niños refugiados de Siria
que sucederá con ellos?: estrés, miedo, traumas, sufrimientos, abusos,
explotación, esclavitud y por supuesto ausencia de: amor, cariño, amistad, familia, educación, comida,
vivienda adecuada. Estos niños de Siria se encuentran actualmente refugiados en
Líbano, Jordania, Turquía, Irán y Egipto; son niños arrancados de sus casas, niños enfrentados a horrores
que quizás nunca podríamos sospechar. El Director
de UNICEF, Anthony Lake, ha dicho: “Cómo podemos conscientemente
continuar fallando a los niños de Siria, estos niños están traumatizados,
deprimidos y necesitan una razón para la esperanza". Cada uno de nosotros
desde nuestro estatus personal podemos dar a estos niños una razón para la
esperanza. No dejes de hacerlo, tu ayuda es importante; por otro lado siempre
tu corazón tiene necesidad de amar y siempre se ensancha con el amor; esta es una oportunidad, diría yo
una nueva oportunidad, no la dejes pasar: “Puedes dar a estos niños una razón
para la esperanza”. Poco, mucho, tú sabrás, abre tu corazón y pregúntale y
después se generoso. Convéncete de este lema: “La felicidad esta en dar no en
recibir”. Ayuda y hazlo pronto: “No esperes a que la muerte ahogue su última esperanza”; que tristes nos quedaríamos entonces, pues
tendríamos que seguir caminando: “Tú con tu egoísmo y yo con el mio” ¡Qué
triste verdad!
Publicada en Diario JAÉN 25 de agosto de 2013
Publicada en Diario Ourense digital 9 de Septiembre de 2013
Diario de Ourense
Publicada en Diario Ourense digital 9 de Septiembre de 2013
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Diario de Ourense
o
Siria, un millón de niños refugiados
Rafael Gutiérrez Amaro. (Linares-Jaén)
08-09-2013
Actualmente hay focos muy importantes de guerra y
muchas personas a diario que mueren y sufren. ¿Y nosotros qué hacemos? Es
cierto que no siempre podemos hacer, pero en otras ocasiones: nuestro
testimonio, nuestra oración, nuestra aportación, quizás económica o quizás
técnica o humanitaria, puede aportar mucho para evitar una catástrofe o para
que la reconstrucción sea lo más rápida y menos traumática para todos. Da pena
pensar en el terrible sufrimiento de tantos y tantos en Siria y en Egipto,
actualmente. Una muerte tras otra, un sufrimiento tras otro y todo quizás
evitable. Si ponemos nuestro talento al servicio de la verdad
¿Y
nosotros qué hacemos? Es cierto que no siempre podemos hacer, pero en otras
ocasiones: nuestro testimonio, nuestra oración, nuestra aportación, quizás
económica o quizás técnica o humanitaria, puede aportar mucho para evitar una
catástrofe o para que la reconstrucción sea lo más rápida y menos traumática
para todos. Da pena pensar en el terrible sufrimiento de tantos y tantos en
Siria y en Egipto, actualmente. Una muerte tras otra, un sufrimiento tras otro
y todo quizás evitable. Si ponemos nuestro talento al servicio de la verdad del
bien y de la paz, muchas cosas se podrán solucionar. Y en Siria, un millón de
niños refugiados: ¿Y estos niños refugiados de Siria que sucederá con ellos?
Estrés, miedo, traumas, sufrimientos, abusos, explotación, esclavitud y por
supuesto ausencia de: amor y familia. Estos niños de Siria se encuentran
actualmente refugiados en Líbano, Jordania, Turquía, Irán y Egipto; son niños
arrancados de sus casas, niños enfrentados a horrores que quizás nunca
podríamos sospechar. El director de Unicef, Anthony Lake, ha dicho: '¿Cómo
podemos continuar fallando a los niños de Siria?, estos niños están traumatizados
y necesitan una razón para la esperanza'.