477 Linares se viste de luto.
Con una extrema pena en el
alma; con el corazón dolorido; con la piel arrugada por el contratiempo; con los ojos llenos de lágrimas; con la
debilidad hasta los pies, porque no podemos llevar el pesado peso de tan lamentable
desolación; con nuestra mano temblorosa, amigo Carles, te decimos adiós.
Contigo te llevas parte de
nuestras vidas, parte de nuestra juventud; contigo se van también muchas de
nuestras ilusiones y gran parte del bullicio deportivo de nuestra ciudad.
Linares, ese Linares al que
tanto has querido, hoy llora por ti; y llora con el sobrecogedor y triste entusiasmo
de un niño que ha perdido lo más importante.
Linares llora con tristeza.
Linares; ese Linares, tuyo y nuestro, llora porque ha perdido a ese joven que
no había superado aun la barrera de la niñez.
Tú ahora con tu maestría
habitual jugaras al balón con los planetas. Deleitaras a Dios en ese infinito
campo construido en la eternidad. Te darás cuenta, y quedaras sorprendido, de
que Jesucristo, joven como tú, también juega al fútbol.
Y para finalizar querido
Carles decirte que este adiós es transitorio, que nos veremos, y que
participaremos de nuevo contigo de tu juventud; pero que mientras, mientras, con
mucha paz, cada uno hemos de seguir vibrando con nuestros quehaceres: nosotros,
ahora, en este Linares caluroso y veraniego. ¡Y tú! en ese maravilloso cielo:
en el que el fútbol es clamorosamente y dichosamente eterno ¡Y tú! allí en
donde la jugada es tan magistral que siempre roza la perfección. ¡Y allí!
perdona la reiteración querido Carles, en donde el gol, ese gol tuyo o ajeno,
es el colofón definitivo de la gran victoria. Esa victoria: triste, o mejor “triste
sólo aparentemente”, que tú ya has alcanzado.
Publicada en Diario JAÉN 12
julio 2016
Publicada en “Cartas al
Director, Tu voz en la red” Digital
12 de julio de 2016