494 El cariño que acaricia el alma.

494    El cariño que acaricia el alma.
             
Ary Waldir Ramos  nos informa desde Roma de que el Papa Francisco recibió, el 9 de junio, en audiencia en la Sala Clementina del Vaticano a los dirigentes de las Asociaciones Médicas de América Latina y España. En el acto empezó diciéndoles:
·        “La compasión es de alguna manera el alma misma de la medicina. La compasión no es lástima, es padecer-con”.
Sucesivamente, en un gesto simbólico sostuvo:
·        “A mí me gusta bendecir las manos de los médicos como signo de reconocimiento a esa compasión que se hace caricia de salud”.
El Pontífice habló de la identidad y el compromiso del médico y sostuvo:
·        “Estas no sólo se apoyan en su ciencia y competencia técnica, sino principalmente en su actitud misericordiosa y  compasiva  hacia los que sufren en el cuerpo y en el espíritu”.
El Obispo de Roma, en pleno Año de la Misericordia, instó a los médicos a la compasión y dijo:
·        “En nuestra cultura tecnológica e individualista esta no siempre es bien vista”.
·        “En ocasiones la compasión  no es tal, sino que es  un desprecia porque significa someter a la persona que la recibe a una humillación. E incluso no faltan quienes se escudan en una supuesta compasión para justificar y aprobar la muerte de un enfermo”.
Expresó, que por el contrario:
·        “La verdadera compasión: no margina a nadie, ni la humilla, ni la excluye, ni mucho menos la considera como algo cuya desaparición es buena”.
Y respecto a la Biblia y la salud, insistió Bergoglio:
·        “La salud es uno de los dones más preciados y deseados por todos. En la tradición bíblica siempre se ha puesto de manifiesto la cercanía entre la salvación y la salud, así como sus mutuas y numerosas implicaciones”.
El Papa presentó a Jesús como ejemplo concreto de misericordia y compasión.  Christus medicus:
·         “Él es el Buen Pastor que cuida a la oveja herida y conforta a la enferma” (cf. Ez 34,16)
·        “Él es el Buen Samaritano que no pasa de largo ante la persona malherida al borde del camino, sino que, movido por la compasión, la cura y la atiende” (cf. Lc 10,33-34)
Los médicos escucharon las palabras del Papa:
·        “Estáis llamados a no dejarse ganar por el triunfo del egoísmo, y a no despreciar a las personas que no cumplen con determinados cánones de salud, de belleza o de utilidad”.
·        “Por qué el valor sagrado de la vida del enfermo no desaparece ni se oscurece nunca, sino que brilla con más resplandor precisamente en su sufrimiento y en su desvalimiento“.
Francisco citó a san Camilo de Lellis que preocupado por los enfermos sostuvo: 
·        “Pongan más corazón en esas manos”.
Y añadió Francisco:
·        “La fragilidad, el dolor y la enfermedad son una dura prueba para todos, también para el personal médico, por ello no se puede ceder a la tentación funcionalista de aplicar soluciones rápidas y drásticas, movidos por una falsa compasión o por meros criterios de eficiencia y ahorro económico. Está en juego la dignidad de la vida humana; está en juego la dignidad de la vocación médica”.
Al final del discurso, recordó que en este año la Iglesia católica celebra el Jubileo de la Misericordia y esta es una buena ocasión para manifestar reconocimiento y gratitud a todos los profesionales de la sanidad que, con su: dedicación, cercanía y profesionalidad hacia las personas que padecen una enfermedad, pueden convertirse en verdadera personificación de la misericordia.

Publicada en DIARIO DE ÁVILA Digital   23 de junio de 2016

Publicada en “Cartas al Director, Tu voz en la red” Digital 

24  de junio de 2016