583 Es tiempo de amar.
Es
tiempo de amar y tiempo de inclinarse sobre el borde de nuestro cosmos para
contemplar atónitos el colosal y eterno
perfil de las estrellas.
Es
tiempo de sufrir calladamente y con lágrimas en los ojos al descubrir
estupefactos el triste y lamentable devenir de la historia.
Es
tiempo de fantasía, de embrujo, de magia, de pasión amorosa.
Es
tiempo de dar entrada a la imaginación y dar también cabida en nuestras vidas a
lo fantástico, a lo maravilloso, a lo excelsamente grandioso.
Es tiempo:
·
De que una mano se una a otras manos.
·
De que un corazón sienta la cercanía de muchos corazones.
·
De que un alma y otra y otra salgan ardiendo por la fuerza impetuosa
del entusiasmo.
Es
tiempo de que, si Dios quiere, salgan de nuestras vidas las enfermedades y
llegue a nosotros el bálsamo de una salud embriagadora.
Es
tiempo:
·
De dejar hablar a Dios.
·
De escuchar el susurro de los santos.
·
De sentir el pálpito de la vida.
·
De notar la caricia tierna que cada día recibimos de nuestros seres
queridos.
Es
tiempo de revoluciones, de aventuras, de hechos prodigiosos:
·
Pero estas revoluciones, estas aventuras, estos hechos han de llevar un
sello pacificador, no un aire triste y destructor de violentas tragedias.
·
Estas revoluciones han de llevar la huella de la concordia y del
diálogo y han de estar construidas, diseñadas:
Desde la sensatez, desde la
nobleza, desde la coherencia, desde la sencilla naturalidad.
Es
un tiempo para dar: dar y darse del todo.
Es
un tiempo para entregarse e intentar resolver positivamente los problemas
graves que nos acucian.
Es
un tiempo de luz, un tiempo de calor, un tiempo de esperanza, un tiempo de vida
vibrante y sublime.
Es
un tiempo de estrellas en el firmamento y en nuestras vidas, de arrolladora
naturaleza primaveral, de manantiales de aguas puras, de ríos rebosantes, de
placidas y positivas vivencias, de cautivadora candidez, de apasionantes
acontecimientos.
Es
un tiempo de fiestas con sabor a tradición, de coches de caballos, de
mantillas, de ilusiones, de semblantes alegres.
Es
un tiempo de volar, volar y volar para buscar en el firmamento el nuevo y
apasionante signo de los tiempos presentes.
Es
un tiempo de vivencias callejeras, de travesuras festivas, de sucesos emotivos.
Tiempo
de magia, de tiernos encuentros, de contemplación, de grandes esperanzas.
No
te acobardes, pues este es un tiempo de valientes, de héroes, de santos
varones, de gente recia y firme, de seres humanos que sean capaces de destruir
la maldad y construir con fidelidad la civilización del amor; de un amor puro y
verdadero, de un amor tierno y delicado, de un amor que alcance a todo y a
todos.
Publicada
en DIARIO DE AVILA Digital 30 marzo
2017