196 Virgen de
Linarejos coronada
La coronación de la Virgen de
Linarejos ha sido un gran acontecimiento. Linares ha vibrado con su patrona.
Linares ha sabido en el recinto inigualable de su Paseo de Linarejos crear un
acontecimiento para la historia. Seis o siete mil personas apiñadas bajo el
denominador común de amor a la Señora han sabido manifestar con mucho cariño y
con mucho respeto su devoción a la que es y será siempre su patrona. Nadie
nunca ha visto el paseo igual: silencio y respeto, devoción y cariño; todo era
un corazón vibrando al unísono. Todos mirábamos en la misma dirección. Todos
con el corazón encogido por la emoción. Todos enamorados, con fuerza, de
nuestra Madre y Patrona. Quizás sea bueno que recordemos siempre este momento
para que impulsados por la fuerza de la devoción a la Virgen de Linarejos
seamos cada vez mejores. La devoción a la Virgen nos tiene que llevar a mejorar
en nuestra vida como cristianos y como ciudadanos: aquí sólo vale el
compromiso. Si la coronación de la Virgen no nos sirve para mejorar, esto ha
sido un espectacular montaje pero no sirve para nada. La corona de la Virgen ha
de ser nuestra corona para que con ella aprendamos a servir. La Virgen aprendió
a amar amando, aprendió a servir sirviendo.
El reconocimiento a nuestra
patrona es un reconocimiento para todo
Linares y para todos los Linarenses. Linares ha demostrado de nuevo qué es una ciudad que sabe hacer las cosas
con una gran dignidad. Linares ha respondido. El ayuntamiento de Linares ha
colaborado también de una manera importante para realzar el amor que cada
Linarense tiene por su Patrona. Todos
podemos sentirnos orgullosos y todos debemos de sentir el peso de nuestra
responsabilidad como cristianos. Jesucristo a través de nuestra Madre la Virgen
María nos hace de nuevo un llamamiento: tenemos que volver a las raíces
cristianas, nuestra sociedad se está materializando, nuestras costumbres
también, la verdadera imagen de la Virgen queda muy lejos de nosotros, el
espíritu y las buenas costumbres la hemos apartado en el fondo de nuestro
corazón. De cristianismo va quedando poco en nuestra sociedad y todo por culpa
de nuestra apatía, de nuestra decidía. Apoyados en la coronación de la Virgen de Linarejos vamos a
resurgir de nuevo y descubrir en el
horizonte un nuevo panorama de luz y de esperanza
Publicada
el 20 de Enero de 2004 en el Diario Jaén
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