341 La zancadilla
La zancadilla de la periodista y reportera húngara
a los refugiados sirios e iraquíes, y en especial a aquel hombre con el niño en
brazos, fue a todas luces una zancadilla irresponsables, malintencionada, peligrosa
y sin sentido.
El sentido, entiendo yo es el sentido de la ya por
desgracia tan extendida maldad humana.
La zancadilla húngara ha dado la vuelta al mundo.
¿Pero y las miles, y miles, de zancadillas
ocultas?
La zancadilla rencorosa e indecente del soberbio y
del arrogante.
La zancadilla del que vende miles de armas, que
matan a miles y miles de personas y que se esconde después bajo la careta de
una dignidad funesta y engañosa.
La de los financieros que zancadillean: a pobres,
a ignorantes, a descuidados, a ancianos, a trabajadores, a …
La zancadilla habitual del político de turno que
engaña con destreza e impunidad.
Las zancadillas continúas de tantos, y tantos, que
construyen con iniquidad este mundo podrido.
Las zancadillas de las instituciones
internacionales que callan y callan y se quedan pasivos mientras otros muchos:
sufren, desfallecen y mueren.
Las zancadillas de los traidores y vengativos que
usan el terrorismo para crear: el caos, las desgracias y el desconcierto
existencial.
La zancadilla: a ese niño, y a ese otro joven, y a
esos otros por parte del que teniendo que hacerlo: no educa, no enseña, no da
formación adecuada.
La zancadilla perniciosa: del tramposo, del
mentiroso, del déspota, del infiel.
La zancadilla del que crea: desilusión,
desaliento, amargura, tristeza y desconcierto en los suyos y a su alrededor.
La zancadilla del imbécil que por ser tal se deja
llevar y claudica cuando ha de hacer el bien.
La zancadilla social del que realiza su trabajo
chapuceramente y con trapicheos y falta de honestidad.
La zancadilla a la vida que realiza la mujer que
aborta fríamente convirtiendo su vientre en un crematorio.
Zancadillas la de aquellos poderes de muchos
países que extorsionan, sin escrúpulos y sin piedad, a millones de personas.
Zancadillas, la de este, la de aquel y la de aquel
otro que roban y roban hambrientos de codicia y de usura.
Zancadillas, la de los millones de personas,
pobres en valores, que por negligencia privamos: de comida, de salud y de
cultura a otros muchos millones de personas.
Publicada en DIARIO DE AVILA Digital 17 de
septiembre de
2015
Publicado
en Diario de Córdoba. Digital 17 septiembre de 2015
Publicada
en “Cartas al Director, Tu voz en la red” Digital 18 de
septiembre de
2015
Publicada en Diario LA REGIÓN de Ourense Digital 20 de
septiembre de
2015
Publicado en Forumlibertas.com 21 de septiembre de
2015
Publicada en Diario Atlántico. Vigo.
Digital 22 de septiembre de
2015