109   Donantes de Vida
En Jaén han erigido un monumento muy especial, el monumento a los Donantes de Sangre. Un monumento emblemático que bien podría ser un reconocimiento no sólo a los donantes, sino a todos aquellos que estén dispuestos a entregar algo de sí para el bien de  los demás; porque es bueno  que la generosidad se generalice y pensemos que todos tenemos mucho que entregar; hay quien no puede entregar su sangre pero puede entregar sus órganos; puede entregar su talento, su alegría, su tiempo, sus vivencias, sus conocimientos, sus ideales, su fe, su vibración por la vida, su dinero...
Proyecto del Monumento
 Mucho es lo que  los demás necesitan y mucho es lo que nosotros tenemos, y es importante que se generalicen estas actitudes de donación.
 Monumento en su ubicación
El ser humano necesita al ser humano y todos hemos de estar en una disposición permanente de alerta para dar, hemos de estar abiertos al mundo de los demás, a sus problemas, a sus preocupaciones, a sus sinsabores; y entregarle incondicionalmente nuestra esperanza. Y podemos ampliar la oferta, para no sólo entregar, sino más aún entregarnos por entero, dejar la vida, darlo todo, ofrecernos, para hacer de este mundo nuestro un monumento a la  generosidad. Este acierto de Jaén bien podría extenderse. Y en todo lugar debería de haber un monumento a la generosidad. Será una muestra de que caminamos por camino adecuado.
Este es un buen paso, un paso acertado; pero hay que seguir: monumento tras monumento. Monumento: a los grandes ideales, a los grandes hombres, a las grandes empresas, a las grandes gestas, a todo lo grande.... Porque mucho de bueno y grande hay en nuestro mundo. Y todo ello merece un monumento. Todo ello en sí es ya un monumento

Publicado en Diario JAÉN    18 -  6 - 1999