115 Hogares
luminosos y alegres.
Cuando cada semana, aquí en Granada, junto a la
Clínica la Salud, en la reunión que tengo con el Opus Dei, se llega a ese punto
del examen espiritual que dice: “procuro, cada día, hacer de mi hogar un hogar
luminoso y alegre”, en ese momento una espina afilada que produce un intenso
dolor atraviesa mi alma, y mi pensamiento se va a tantos hogares en los que se vive
un desconcierto generalizado y terrorífico.
Muchos hogares que son: lodazales de inmundicia,
guarida de ladrones, estercoleros repletos de vicios y de desencanto; y cada
vez el virus de la corrupción se generaliza y el olor inunda la sociedad y el
clamor del dolor es incesante y se sufre y mucho y los niños se intoxican en su:
cuerpo, alma y espíritu y los padres aterrados por lo que sucede sienten el
escalofrío de la sinrazón.
Y papá echa la culpa a mamá y mamá a papá y las
desavenencias del desajuste amoroso aumentan. Y los jóvenes reviven con pavor,
un día y otro, la triste experiencia vivida, y viendo lo que ven estos jóvenes acaban
yendo a su aire. Y el amor se rompe y la tristeza inunda nuestras vidas.
Y de las voces se pasa al empujón y del empujón al
grito y del grito a la ofensa y al insulto y del insulto a la violencia y de la
violencia a la amenaza y de la amenaza: tremenda e inhumana a la ruptura y la
ruptura nos lleva a la denuncia y la denuncia como una bomba certera y rotunda
acaba con el hogar.
Y el hogar, que era un nido de amor, se rompe en
mil pedazos y la persona delicada sufre y llora, y el aparentemente valiente
sigue vociferando, y los niños –en su debilidad- sienten frío en el alma, y los
viejos miran al cielo esperanzados y ansiosos de la llegada del más allá.
Y el cielo enrojece de rabia y la naturaleza
declina su hermosura y aparecen ensangrentadas las estrellas.
Y tan siquiera Dios se explica lo sucedido; y Dios
se lo pregunta a José, que es padre, para que le expliqué, pero él se encuentra
sobresaltado. Y Dios, confuso, acude a María y María llora y llora ante lo
tremendo de la desolación.
Y Jesús, al fin, acude muy, muy pensativo y como no
puede más ofrece su Gracia; es la Gracia de Dios que todo lo vence. Y en el
horizonte: un horizonte gris, se dibuja, aunque difuminada, la esperanza. Y el
cielo abre sus puertas y la luz llega de nuevo: a ese hogar, y a ese otro, y a
aquel hogar lejano.
Y renace un nuevo amanecer, y la Gracia
sobreabunda, y se “fábrica” bellamente de nuevo la felicidad. Y el niño salta
de alegría, y la niña juega, y el amor vuela de balcón a balcón. Y Dios -ese
Dios cercano que nos ama- saluda a unos y otros.
Y el hombre, aplacada ya la mezquindad de la
insensatez, da un sorbo a la copa de vino, y la mujer agradecida: reza y reza.
Y las casas, todas las casas del mundo se pintan
de colores, pues a todas ellas ha llegado la paz; Jesús en ellas se hizo
presente.
Como profesor, como padre, como ciudadano he
podido comprobar en muchas ocasiones, con dolor, estas tremendas rupturas que
hacen tambalear nuestras vidas. Como cristiano, como catequista, como hombre de
fe he podido comprobar muchas familias que se abren a la esperanza.
Hay fórmulas para la desunión y fórmulas para la
unión; hoy por desgracia abundan las desuniones, pues hay muchos empeñados en
que así suceda, pero cada uno tenemos y podemos elegir.
Nosotros, cuando se pueda y con todas nuestras
fuerzas, apostemos: por la unión, por la cercanía, por el cariño, por la
ternura, por la paz, por la concordia y el diálogo tan necesarios para construir
una sociedad en la que siempre y ante todo venza el amor.
Y a la semana siguiente, de nuevo aquí en Granada,
junto a la Clínica la Salud, en aquella reunión, de nuevo Juan Mateo llega a
ese punto: “procuro, cada día, hacer de mi hogar…” y en ese momento: esa espina
afilada de antaño se transforma en esperanza, pues soy consciente de que ese
Dios que es ante todo Amor: Ama y puede. Y nosotros con ÉL también. Todos
podemos pues nos lleva la fuerza del Amor.
Publicada en “Cartas al Director, Tu voz en la red” Digital 9 de julio de
2014
Publicado en Forumlibertas.com 13 de julio de 2014